MALDICION DE SALINAS Y DE TRUMP

Ricardo Valenzuela

En estos momentos EU se encuentra viviendo una guerra que muy pocos pueden entender, pero, sin lugar a duda, sus resultados definirán el rumbo que le espera al pais. Debemos entender que, con el corolario de esta confrontación se estará definiendo el futuro de muchas generaciones y, desgraciadamente, los momios de una victoria para los liberadores se estiman realmente bajos. Esto es algo que merece análisis especiales tomando en cuenta infinidad de factores desconocidos, ignorados, o dócilmente aceptados, pero es algo muy serio.

Quien tenga una Lupa mágica, se dará cuenta de una tendencia mundial que se ha presentado los últimos casi 30 años, pero no es nueva, aunque, para verla en toda su magnitud, hay que remover muchas capas del polvo que ha segado nuestra visión. Hace más de 30 años, el mundo se sorprendía con las elecciones de Thatcher en Inglaterra y Reagan en EU, dos enemigos de todo lo que había sucedido política y económicamente en el mundo después de la segunda guerra mundial. Un mundo postrado por tantos fracasos económicos, monetarios, sociales. Pero, no solo en los paises comunistas, también en las otora naciones “capitalistas”.

 

Había otro antecedente que, el solo mencionarlo, era correr peligro de un linchamiento. Alemania después de la primera guerra mundial estaba destrozada, expropiada de casi la mitad de su territorio, con deudas que no podría pagar. Los oligarcas urdían un plan. Llevar al liderazgo a un ignorante para manipularlo a su favor. En una reunión en la que asistían los hermanos John Foster y Allen Dulles representante de inversionistas de EU, le daba en visto bueno a Hitler para convertirlo en Chancelor. Pero su pupilo provocaba el boom económico de Alemania, aun en medio de la gran depresión. Y, al no poderlo controlar, le quitarían sus apoyos pues se daban cuenta era su competencia por el control mundial. 

 

Reagan y Thatcher enviaban un mensaje. Había que cambiar el rumbo. Y aun cuando un pequeño pais en Suramérica, Chile, nos estaba dando una lección de éxito con su liberación económica demostrando era posible prosperar, había que ignorarlo pues era obra de un dictador. Sin embargo, continuábamos enamorados de otro, Fidel Castro, aun ante la visible ruina y el hambre de Cuba.

 

En Mexico se iniciaba un experimento acorde a la tendencia que muchos jamás entendieron. Carlos Salinas de Gortari asumía la presidencia de un pais herido de muerte cuando una gran nube depresora lo cubría. Sin ir a los detalles, para diciembre de 1988, cinco años de su presidencia, Mexico se había convertido en el Mexican Miracle del mundo y su proceso bautizado como Salinostroika.

 

Pero, una fuerza, en aquellos momentos desconocida, no podía permitir que Mexico abandonara el pantano donde sus sicarios lo habían mantenido durante casi un siglo. Y, sobre todo, no permitirían que surgiera un ejemplo a seguir. Porque en su oficio del saqueo de paises, requieren que sus víctimas estén bien jodidas, sus sociedades pobres y oprimidas. ¿Por qué? Porque es más fácil saquear paises jodidos que los que tienen algo de prosperidad y sociedades libres, saludables, listas para defender lo que tienen.

 

Entonces, activaron su magia para destruir esa obra que culminara con los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu. Resistieron unos meses hasta que, Zedillo, ya como candidato (egresado de Yale), le pidiera a Salinas devaluar, porque ese era el botón para activar la tragedia económica que costaría 600 billones de dolares que terminaban en las arcas del EP. Y, al negarse Salinas, Zedillo ya en la presidencia, cumplía la orden de lo que supimos era el Estado Profundo cuando, increíblemente, decidiera la flotación del peso en medio de un huracán.

 

En el 2017…aparecía la figura de Donald Trump en la escalera de su edificio para anunciar aspiraba a la presidencia de EU. Los Clinton se reirían de él, pero, considerando tenía cero posibilidades, no le dieron la importancia que debían. El pais, como se lo habían ordenado a Obama, estaba en harapos, pero camuflajeado, y Trump con claridad así lo describía haciendo el compromiso de rescatarlo de su estado comatoso. Ellos se burlaban de esa competencia pues así Hillary podía correr sin vara ante este improvisado sin experiencia política. Pero ¡sorpresa! Les ganaba la elección.  

 

Pero, solo en dos años, las cuentas que presentaba Trump eran casi milagrosas. La economía creciendo casi al 5%, el desempleo al nivel más bajo en 50 años, el ingreso subiendo a niveles récord, la inflacion poco arriba de 1%, los mercados de valores a nivel récord, se lograba la autosuficiencia energética, reducía impuestos. Pero, sobre todo, se identificaba como un nuevo líder no maleado por la política y se prendían las alarmas de la Kabal. No podían permitir a un forastero ocupar sus cotos y, sobre todo, mostrar cómo se puede llevar el pais al destino de los soñadores.

 

A Salinas le destruirían su obra, lo identificarían como demonio y todo lo que había hecho era demoniaco. Pero la devaluación que ellos buscaban se las había servido Zedillo (¡ojo! Yale). Se iniciaba luego un éxodo de presidentes latinoamericanos que cometieran el grave error de liberaciones. Fujimori, Menem, Carlos Andrés Perez, Paz Zamora, todos cayendo como fichas de dominó. Todo esto seguido de unas agresivas campañas utilizando todos los medios alrededor del mundo para moralmente sacrificarlos y desprestigiarlos.

 

En el caso de Trump, desde antes que jurara como presidente, iniciaban sus campañas para destituirlo. Porque presentaba el mismo problema de Salinas. Una administración exitosa que rescataba el pais de sus garras, no era el paso que los demonios querían para su Agenda 2030.

 

En Mexico asesinaron al candidato y al secretario del partido. En EU a Trump le hicieron dos juicios y saliera inocente. Han utilizado el FBI, la CIA, NSA, Departamento de Justicia, embajadas del mundo, contra él, su familia, sus amigos, sus negocios, le enviaban la pandemia, y es tanto su pánico, que, a casi cuatro años de haber salido de la Casa Blanca, lo continúan agrediendo con la misma fiereza temiendo que vaya a regresar.