Ricardo Valenzuela
Hace algunos años ante la actitud inquisidora de muchos de mis amigos, clientes, inversionistas etc, elaboré una carta explicando el porqué había yo decidido emigrar de México a los EU a principios de los 80s---después de que la Secretaria de la Reforma Agraria había afectado la mitad de nuestros ranchos ganaderos, y el supremo gobierno había expropiado nuestro banco--- y cómo a finales de la misma década con gran entusiasmo establecía de nuevo una presencia no solo personal sino profesional en mi país, al que yo veía en esos momentos en el proceso de una transformación sin precedentes. Ese documento circuló por todo Estados Unidos y provocó una reacción por demás positiva en los medios intelectuales, financieros, económicos, políticos etc, de este país.
Tuve respuestas a mi carta del calibre de Milton Friedman, Jack Kemp, George W. Bush, e inclusive el mismo Presidente Clinton, pero una de las que mas me impactó sin duda fue la de Peter Kann, Presidente del Consejo del Dow Jones, empresa que publica el Wall Street Journal. La respuesta de Peter Kann entre otras muchas cosas rezaba: “yo también soy un gran admirador de Carlos Salinas de Gortari y de sus reformas históricas, que sin duda en el mediano y largo plazo le derivarán grandes beneficios a México.” Ya otra gran mente y gran economista cómo lo es Paul Craig Roberts, se había dirigido a mi en el mismo tono, es decir, con gran admiración por “las reformas” de Salinas.