Ricardo Valenzuela
Uno de los programas más ignorados de este demonio de la destrucción llamado, George Soros, es el que ha estado llevando a cabo en Mexico desde hace mucho tiempo. Y cuando la acusación de Donald Trump señalando a George Soros como el financiero de las protestas contra su candidato a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, encerraba también un problema para Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué? Por las agendas encontradas que esos dos grandes personalidades impulsan y en las cuales López Obrador se encontraba también ante Soros. Fue cuando de nuevo se despertara mi interés por saber si realmente ya Soros había invadido mi país.
Alguien que conoce muy bien a Soros, ante la pregunta de quien era ese hombre. Respondía describiendo a un verdadero demonio del mal. Un hombre en su cruzada para destruir todo lo que es bueno, lo que es bello, lo que es justo, lo que es sublime. Y con su diabólica inteligencia se convirtió en el angulo visible de una maligna red secreta de intereses financieros privados, controlados por las principales familias reales y aristócratas de Europa. Una mezcla de lo que iniciara Cecil Rhodes con la ambición de los Rothschild. Ese Grupo incluye The Crown Company y The City of London Corporation.