Ricardo Valenzuela
Hace algunos años ante la actitud inquisidora de muchos de mis amigos, clientes, inversionistas etc, elaboré una carta explicando el porqué había yo decidido emigrar de México a los EU a principios de los 80s---después de que la Secretaria de la Reforma Agraria había afectado la mitad de nuestros ranchos ganaderos, y el supremo gobierno había expropiado nuestro banco--- y cómo a finales de la misma década con gran entusiasmo establecía de nuevo una presencia no solo personal sino profesional en mi país, al que yo veía en esos momentos en el proceso de una transformación sin precedentes. Ese documento circuló por todo Estados Unidos y provocó una reacción por demás positiva en los medios intelectuales, financieros, económicos, políticos etc, de este país.
Tuve respuestas a mi carta del calibre de Milton Friedman, Jack Kemp, George W. Bush, e inclusive el mismo Presidente Clinton, pero una de las que mas me impactó sin duda fue la de Peter Kann, Presidente del Consejo del Dow Jones, empresa que publica el Wall Street Journal. La respuesta de Peter Kann entre otras muchas cosas rezaba: “yo también soy un gran admirador de Carlos Salinas de Gortari y de sus reformas históricas, que sin duda en el mediano y largo plazo le derivarán grandes beneficios a México.” Ya otra gran mente y gran economista cómo lo es Paul Craig Roberts, se había dirigido a mi en el mismo tono, es decir, con gran admiración por “las reformas” de Salinas.
La respuesta de Kann se tradujo inclusive en una reunión en la ciudad de Nueva York con él y sus principales colaboradores entre los que se contaban Paul Steiger el “managing editor,” y Bob Bartley el economista en jefe y editor del prestigiado diario. Dicho encuentro se llevó a cabo en el exclusivo restaurante Hudson Club frente de las oficinas del diario en el World Trade Center, y se convirtió tal vez en la principal lección que yo haya recibido en cuanto a las posibilidades y el futuro de México. Estos tres prestigiados pensadores coincidieron en afirmar el impacto tan positivo que tendrían las reformas de Salinas para el futuro de nuestra incipiente democracia y nuestra tímida economía de mercado, a pesar de la grave crisis de 1995.
Creo es importante en estos momentos ante el nuevo linchamiento de Salinas por las razones que sean, el hacer una distinción de la integridad, moralidad, ética del ex presidente, y de sus históricas reformas. Durante los últimos 7 tal vez 8 años yo he escrito extensamente sobre el controversial político mexicano, pero siempre he yo aclarado; “sin hacer juicios morales,” es decir, mis análisis siempre han sido del punto de vista económico y específicamente sus reformas, las que siempre he defendido y pienso seguir haciéndolo. En días recientes he recibido una serie de respuestas a mi ultimo escrito en relación a este tema; Salinas. El 90% de tales respuestas han sido ya no digamos con la intención de incluirme en el linchamiento, sino de hecho ya incluyéndome.
Mi carta de hace 5 años recitaba: “Salinas inició un agresivo programa de privatizaciones, responsabilidad fiscal, manejo económico basado en la teoría “Supply Side” que había rescatado a los EU de su recesión a principios de los 80s, libre comercio unilateral, una guerra sin cuartel contra la inflación, políticas monetarias restrictivas etc, con la ayuda de un grupo de jóvenes políticos que acudían con una nueva visión para el país. Ellos ya no hablaban de la revolución mexicana, ahora hablaban de la modernización de México, mercados libres, federalismo, de un nuevo México compitiendo en los mercados mundiales, de la apertura del país a la inversión extranjera.”
“La vieja guardia del establecimiento político sintió esto como una agresión directa en contra de ellos y sus intereses, pero no estaban dispuestos a compartir el poder que habían acumulado durante mas de 70 años. Sin embargo Salinas con el poder único del presidencialismo y los controles adecuados, ejecutó sus reformas especialmente en el campo macroeconómico. Los resultados fueron impresionantes; la inflación fue controlada, la inversión extranjera inició su arribo, privatizaciones, superávit en el presupuesto, reservas internacionales récord, reducción de la deuda en relación al PIB, crecimiento económico, libertad económica, participación política para los partidos de oposición etc. A finales de 1993 México había sido estabilizado. Los mexicanos bajo el liderazgo de Salinas habían recapturado sus sueños y esperanzas.”
Me regañan mis críticos afirmando: “Las privatizaciones de Salinas fueron robos arreglados,” tal vez, pero yo prefiero que los activos nacionales estén en manos de las empresas privadas para que compitan, y si no la pueden hacer, que vendan o desaparezcan---no se les invente otro Fobaproa que ha sido la verdadera desgracia nacional---para que otros mas eficientes tomen su lugar, y no en manos de los políticos corruptos que tienen el erario nacional para seguir sembrando ineptitud y corrupción. Los mercados siempre funcionan dándole avenida a los eficientes y eliminando a los ineptos. Por lo mismo, tarde o temprano las empresas privatizadas van a funcionar---en manos de Slim o de alguien mas---pero funcionarán, de eso no hay duda.
Como decía Von Mises: “Las recesiones son buenas para podar el árbol, para que los frutos podridos desaparezcan y queden los que se puedan cosechar.” Así deben funcionar las privatizaciones en el largo plazo. No todos los beneficiados con ellas son bandidos, claro hay los Cabal Peniches, pero hay gente buena, honrada y profesional que está haciendo la gran diferencia y están provocando competencia (“Hey Televisa cuidado”). Mientras Pemex por ejemplo, siga en manos del Estado, jamas va a ser eficiente por mas planes de ponerlo en manos de profesionales que tenga Vicente Fox. Mientras no se ponga Pemex a competir, jamas solucionará sus graves problemas. Los mercados y su creativa fuerza destructora son los que llevan a cabo esa tarea.
Siguen mis detractores gritándome que la devaluación de Diciembre de 1994 fue culpa de Salinas; y yo les digo que no. Fue el saboteo y fue el grave error de la novatés de Zedillo y su grupo, pero en gran parte fue promovida por el FMI y la Tesorería de los EU ya controlada por Clinton. Había inclusive una línea de crédito que Bentsen el Secretario del Tesoro recién salido le había autorizado a nuestro país, y el nuevo Secretario Sommers no permitió que se usara. La empresa de Banca de Inversión en la que el Jefe de asesores económicos de Clinton; Rubin, había sido Presidente y todavía era uno de sus principales socios Goldman Sachs, fue la encargada del rescate mexicano, el mismo que a Rubin lo hizo 100 millones de dólares mas rico---depositados en su Trust en el Northern Trust Bank---e hizo que se absorbieran los billones de dólares emitidos por el FED sin respaldo para mantener la inflación en México y no en EU.
Yo insisto y seguiré insistiendo, desde que Salinas implementó sus reformas México mostraría otra cara, era un país diferente, es un país mas libre, es un país en el que la semilla de la economía de mercado empezaba a germinar, era un gran país exportador, era un país menos estatista y menos “revolucionario.” ¿Cuales fueron las motivaciones de Salinas?, lo ignoro, lo que si conozco son los resultados. Yo nunca he promovido que se canonice a Carlos Salinas de Gortari, yo sólo insisto en que sus reformas eran las que el país requería en esos momentos, y él las implementó. Yo no espero ver a futuro en cada esquina de las ciudades mexicanas templos e iglesias dedicadas a San Carlos Salinas de Gortari, pero si espero ver un país libre, prospero, democrático, resultado en gran parte de las reformas del “demonio Salinas.”Porque yo si entiendo su obra fue destruida para regresar a lo mismo.LO QUE TENEMOS HOY.
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