Ricardo Valenzuela
“Regresamos a
Kennedy. No preguntes que puede hacer tu pais por ti. Sino que puedes hacer tu
por tu pais... ¡PUEDES #CAMINAR!”
Roseanne Barr
En estos
cruciales momentos yo estoy seguro de que, tal vez en unos cien años, los
libros de historia describirán la era en que hoy vivimos como afectada por un destructivo
fenómeno que nunca se entendió, leerán fue una era en la cual emergiera un
movimiento que, los que no fuimos contagiados, obviamente no lo pudimos
entender. Ese odio enfermizo hacia la figura de un hombre que no lo merecía y a
esa enfermedad le dieran el nombre de Disarticulation Trumpista, un sentimiento
que dejara batallones de psiquiatras sin entenderlo. El odio enfermizo hacia
Trump.
Y tratando de darle validez a lo que afirmo, quiero describir la experiencia iluminadora de uno de los afectados por esa plaga y, sobre todo, la forma en que encontró el camino que siguió lleno de fe para curarse. Brandon Straka es un joven de apariencia distinguida, con educación universitaria, con buen trabajo, muchos amigos, miembro muy activo del partido demócrata, con un nivel de vida muy confortable. Sin embargo, Brandon es homosexual.
En el 2015
Brandon no solo habia votado por Hillary Clinton, habia sido un activo especial
de los demócratas que, después de ocho años de Obama, estaba seguro de que su
partido y su pais se habían tornado en gran apoyo para su sueño y miraba el
futuro con optimismo, era un hombre feliz y muy realizado, cuando menos era lo
que pensaba. Se terminaba el paso de Obama por la Casa Blanca pero no se
preocupaba, pues estaba seguro de que, con la garantía de Hillary Clinton en la
presidencia, su sueño seguiría protegido y su vida se consolidaría según su
plan.
Pero, se presentaba un problema, Hillary perdía la elección y, lo más grave, la perdía ante quien le informaban era un troglodita, racista, misógino, que odiaba a los homosexuales, a los mexicanos, un hombre que seguido era comparado con Hitler y su Gestapo con su raza superior. Alguien que todos sus amigos afirmaban muy pronto iniciaría una guerra que se podría convertir en la Tercera guerra mundial, otros más desafinados juraban que ese nuevo ocupante de la Casa Blanca era el anticristo enviado para ejecutar el Armagedón.
Su nombre era
Donald Trump, un billonario, según ellos, nacido con la cuchara de plata en la
boca que no tenía idea que también hay gente pobre, gente sufriendo. Brandon
iniciaba un periodo de ansiedad que se convertía en una grave depresión con
tintes de suicidio, pues el pensaba todo se habia derrumbado, todo lo ganado se
habia perdido. No salía de su casa, no contestaba llamadas, dejó de visitar a
su familia. Pero, en su vida habia alguien muy especial, aquella mujer que había
sido su Nana y todavía frecuentaba. Sin embargo, su Nana había votado por Trump
y no la perdonaba.
La Nana
preocupada un día aparecía en su casa ofreciendo su ayuda. Aunque Brandon la
quería mucho, la recibía con frialdad. Después de un par de horas la Nana se
dio cuenta el corazón de Brandon estaba cerrado y decide marcharse. Al
despedirse le dice, “me voy, pero quiero que me hagas un favor”. Brandon
asistió, y ella sacó un video de su bolsa y le dice; “prométeme que lo vas a
mirar”. De nuevo Brandon asiste y la Nana se marcha. El no le perdonaba el voto
por Trump y también la expulsaba de su vida.
Un par de dias
después, a Brandon lo invadió la curiosidad y decidía ver el video de su Nana.
Después de solo unos minutos, se resistía a creer lo que sus ojos le dictaban. El
video mostraba todo lo que la media habia ocultado. Lo que le causara una
mezcla de sentimientos, fue cuando se mostraba a Trump, supuestamente burlándose
de un periodista discapacitado, pero habia sido alterado pues Trump, con sus
movimientos, describía como temblaban unos narcos que habían sido arrestados.
Eran muchas acciones, pero, la más impactante para Brandon sería la siguiente:
Un hombre
afroamericano y su historia. En una carretera veía un hombre blanco con una
llanta ponchada y, sin saber quién era, se detuvo y el mismo se la cambió mientras
le comentaba su aprensión pues el día siguiente era su aniversario de bodas y
no tenía ni para mandarle flores a su esposa, los pagos de la hipoteca de su
casa estaban atrasados etcétera. Al día siguiente, llega a la casa del hombre
un camion lleno de flores para su esposa y, el regalo especial, un documento
comprobando su hipoteca estaba 100% pagada, cortesía de Donald Trump.
Brandon de
inmediato abandonaba su depresión y, después de comprobar todo lo que el video
describía era cierto, tuvo una idea realmente temeraria, decidía conocer a
Trump. Semanas después el Presidente Trump lo recibía en la Oficina Oval en
donde platicaron largo. Brandon emergia de la Casa Blanca transformado y de
inmediato se sumaba a la tarea de Trump, MAGA. Inició un movimiento bautizado
como WalkAway, cuyo objetivo principal ha sido rescatar de la oscuridad a
miembros del partido demócrata. Y la cuenta llega ya a Dos millones de
rescatados. Brandon formaría una Fundacion ya muy exitosa y estas eran sus
razones:
“Rechacé un sistema que permite a una plebe violenta, ambiciosa, deformada, dogmática, suprimir la mayoría de los derechos individuales para formar narrativas falsas y aplastes. Siempre alejadas la Verdad. Rechazo el odio, la opresión y por todas estas razones abracé el partido demócrata pensando las defendía. Y estas son las mismas razones por las que ahora lo abandono”.
Su idea se ha convertido en un verdadero movimiento de base. Un esfuerzo que alienta y apoya a los que engañaran los demócratas para alejarse de los principios divisivos exigidos por ese partido, y abrazar los principios de libertad. Un representante lo describe como “un esfuerzo rescatista de las mentiras, narrativas falsas, noticias falsas, hostigamiento racial, la narrativa de víctima, la violencia, el vandalismo, el vitriolo. Rescatar a los engañados de un partido impulsado por el odio afirmando. ¡Estamos caminando hacia el patriotismo y hacia un Estados Unidos nuevo y unificado! ¡Somos el futuro de esta gran nación!”
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