Ricardo Valenzuela
Hace solo un poco mas de un mes que en EU se celebró la elección que de nuevo llevaría a Trump a la presidencia. Y este periodo de tiempo tan corto, hemos estado atestiguando eventos que, hace solo unos meses, nos parecían imposibles de hacerse realidad.
Con su victoria se iniciaron eventos impactante como el desfile de sus arrepentidos enemigos, que humildemente han llegado para expiar sus pecados intentando destruirlo. Y ya confesados pidieron piedad con borrón y cuenta nueva. Los primeros fueron los actores del programa Morning Joe quienes, dias antes lo describían como el Hitler americano. Les seguía el propietario de Facebook, Mark Zuckerberg confesando sus pecados al invertir $400 millones de dolares en la campaña de Kamala, de haber hecho equipo con el FBI en sus intentos de llevarlo a prisión y para esconder la computadora de Hunter Biden, evidencia de los crímenes cometidos por su padre.
Seguía luego quien tiene titulo de presidente de Canada, Justin Trudeau, con una gran cantidad de fantasiosas historias para mitigar su participación tratando de lincharlo. Llegaría luego el jefe de Amazon, Jeff Bezos con el mismo uniforme de pecados pidiendo absolución. Finalmente era turno de Tim Cook quien, a la muerte de Steve Jobs, tomaría el timón de Apple que, bajo su mando, ha alcanzado su estatus como la empresa mas valiosa del mundo. Sorprendía Mitt Romney, uno de sus traidores, aceptando que Trump, no solo habia ganado la elección, sino que tomaba control del partido republicano.
Es decir, tenemos un panorama muy diferente al de aquel periodo post elección en 2016, en el cual todos sus enemigos estando chocados no podían estructurar sus pensamientos, y lo único que se les ocurrió fue sabotear su vida cubriendo su ruta con todo tipo de trampas y francotiradores. Y un Trump novato en política, sin gente confiable y poco poder. Sin embargo, en estos momentos se asemejan a un grupo que han despertado para darse cuenta siempre habían estado equivocados. Y, algo verdaderamente importante, con sus nuevas conductas y algunos exabruptos, están aportando pruebas del robo de la elección en 2020.
Es un hecho que la situación presente de Trump es muy diferente a la de aquel año 2016 cuando, Trump desorientado caminaba una ruta minada, muchos que tenían en su mente la imagen que le construyeran sus enemigos no lo podían creer. Otros, sin estar seguros de lo sucedido, lloraban con potentes alaridos al no tener presidenta Clinton. Pero, sus verdaderos enemigos, lejos de sentirse derrotados, bajo el liderazgo de Soros, juraban iniciar sus nuevos y potentes ataques para desaforarlo pues, como lo habia aconsejado un agente del FBI, deberían tener un seguro contra ese tipo de contingencias.
Pero, los últimos 4 años gestaron una situación muy diferente. Sus enemigos saben bien que ha ganado legítimamente la elección, pero, la ha ganado por paliza. Saben que llega fortalecido como nunca lo habia estado, que se está rodeando de gente leal no traicioneros, por eso los ataques de enemigos son raros. Y, sobre todo, viene furioso con todos los poderes que no había tenido y, aunque se sabe no es hombre vengativo, no hay duda, los que pecaron tratando su destrucción enfrentarán todo el peso de la ley porque esa es la forma justa de proceder ante este tipo de crímenes.
La comunidad internacional que en su primera administración lo llegaran a despreciar haciendo reverencia a sus enemigos, se han dado cuenta de su gran equivocación. Ellos han sido testigos de la forma en que se enfrentó a todos los increíbles ataques que le propinaran y, sobre todo, vieron como los ha derrotado aun frente a los atentados contra su vida. Y, en estos momentos, yo puedo asegurar que entre las elites políticas del mundo ha nacido un reconocimiento especial de todos, y de otros una merecida admiración, lo vimos en la apertura de Notre Dame. Un hombre que, ante las fuerzas más potentes del mundo, jamás cruzó por su mente el abandonar la batalla.
La gente tiene grabado en lo profundo de su memoria y su conciencia, la figura de este hombre con su cara llena de sangre al abandonar el lugar donde fue atacado. Pero no horrorizado por la idea de perder su vida, sino la de un guerrero herido levantando su brazo, no pidiendo ayuda, sino para gritar desde lo más profundo de su ser: “peleen, peleen”, para el día siguiente aparecer con un parche en su oreja en el evento que formalizaba su candidatura.
Quien no puede admirar lo que este hombre ha logrado contra todos los momios del destino en su contra, y ante fuerza tan arrolladora como es la maquinaria del gobierno de EU que lo habia sentenciado. El que la nueva ola de oligarcas se rindan ante su gesta, debería ser motivo de profunda reflexión habiendo ya archivado actitudes provocadas, no sobre evidencias medibles, sino por sentimientos desbocados que nulifican la capacidad de usar el pensamiento lógico, no las ocurrencias tan populares, sino la infalibilidad de la razón.
Por eso los oligarcas han acudido a él, porque, por primera vez en mucho tiempo, tienen ante ellos un plano razonable, ético y moral de operar negocios lejos de los acuerdos artificiales generados por gobiernos. Y ellos saben es lo correcto. Trump está seguro de que, como exitosos emprendedores, se han dado cuenta él no es su enemigo, todo lo contrario. La economía que asertivamente él quiere rescatar es mejor para ellos que la que el pais ha portado como la maldición de 100 años. Sus inquietudes sociales, políticas, económicas, claramente han comprobado que se logran mejor en la esfera de libertad, no del monopolio, ni cartas marcadas
Ellos se
han dado cuenta de que Trump ahora si tiene la voz completa y saben que la van
a escuchar por todo el mundo. Entienden que la libertad es lo que afila las
armas del ser humano para ir en busca de sus sueños. Puede desatar la
creatividad y los poderes productivos del hombre para multiplicar los medios de
vida y la prosperidad de las familias, y así EU deberá recuperar su gloria.
Todos recibieron el mensaje de Trump, “el pais no debe seguir cavando su tumba
con una economía manejada estilo lotería donde se compran los billetes
premiados.”
Viene una nueva era histórica para el mundo, el renacimiento de Trump y Musk.
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