El secreto de Trumponomics (I)

 Ricardo Valenzuela

El contenido del libro es invaluable, pero la narración que hacen de su primera reunión con el futuro presidente es realmente reveladora.

En noviembre de 2016, un poderoso Tsunami barría la estructura política de EU cuando Donald Trump, con las todas apuestas en su contra, se convertía en el primer presidente de los últimos 40 años ajeno a la mafia del poder. Su estrategia política operó maravillas derrumbando las barreras demócratas en estados industriales del este y medio oeste del país, y llegando al corazón de la gente. Prometió trabajos, mejores salarios y desarrollo para áreas que habían estado olvidadas. Tomaba una bandera que lo enfrenta a la política tradicional y, ante la envidia, la rabia y el miedo del grupo de poder, empezaban a brotar sus enemigos tratando de destruirlo. 

LA REVOLUCION DE LOS OLIGARCAS LIBERTARIOS

Ricardo Valenzuela

 

Hace solo un poco mas de un mes que en EU se celebró la elección que de nuevo llevaría a Trump a la presidencia. Y este periodo de tiempo tan corto, hemos estado atestiguando eventos que, hace solo unos meses, nos parecían imposibles de hacerse realidad.

Con su victoria se iniciaron eventos impactante como el desfile de sus arrepentidos enemigos, que humildemente han llegado para expiar sus pecados intentando destruirlo. Y ya confesados pidieron piedad con borrón y cuenta nueva. Los primeros fueron los actores del programa Morning Joe quienes, dias antes lo describían como el Hitler americano. Les seguía el propietario de Facebook, Mark Zuckerberg confesando sus pecados al invertir $400 millones de dolares en la campaña de Kamala, de haber hecho equipo con el FBI en sus intentos de llevarlo a prisión y para esconder la computadora de Hunter Biden, evidencia de los crímenes cometidos por su padre.

GENERALA DE TRUMP

Ricardo Valenzuela

 

Hoy me siento impulsado y revivido pues, como dicen los vaqueros, parece que Trump corre sin vara porque en la última encuesta republicana celebrada hace dias, sin haber participado en los debates, recibe una aprobación de un 58%. Y emparejado con Biden, Trump 59% y Biden 41%. No hay duda de que el único que puede recuperar la presidencia de los oscuros es Trump, pero, como muchas veces lo he dicho, los oligarcas globales harán lo imposible para no permitirlo. Si no pueden descarrilar su candidatura, de nuevo trataran de robar la elección. Y, finalmente, como acaba de afirmar Alex Jones, tratarán de asesinarlo como también lo afirmara Bill Bennet en su primer intento.

Porque, si la primera vez ganó con la fuerza que había generado al meter sus dedos en tantas llagas del pais, de seguro ahora hará lo mismo, pero, además, con las credenciales que una senadora republicana describe en su carta con la que le da su apoyo.

 

La creativa destrucción de Trump

Ricardo Valenzuela 

Ha sido decepcionante atestiguar mentes supuestamente paladines de la libertad que, al caer el oropel que los había cubierto, se esfuma el liberal puro para aparecer el recalcitrante estatista.

El miércoles de la semana pasada finalmente el fiscal Mueller, presionado por los talibanes demócratas, apareció ante el congreso con lo que esperaban descubrir elementos que, según ellos, permanecían ocultos y habría evidencia suficiente para desaforar a Trump. Pero el fiscal no se había aprendido el script que le entregaron y emanaba la verdad. Mueller solo había prestado su nombre y su reputación, pero la investigación la habían llevado a cabo 30 abogados demócratas liderados por Andrew Weissmann, uno de los invitados a celebrar la frustrada victoria de Hillary el día de la elección. Uno de los congresistas republicanos, ante el reclamo de los talibanes de no saber el contenido del reporte, les reviraba: “Pues aquí hemos interrogado a alguien que sabe menos que ustedes, el fiscal Mueller”. 

El secreto de Trumponomics (II)

 Ricardo Valenzuela

El estímulo económico keynesiano que manejó Obama en 2009 ha sido la borrachera gasto-endeudamiento más grande de todos los tiempos. Sin embargo, sus resultados fueron anémicos.

Es importante obtener y revisar los hechos factuales de esta historia de horror, porque se necesita aprender de los errores. Y en este caso tiene un doble valor porque las ideas socialistas cada día están más profundamente incrustadas en la política, la academia, la media, en el amplio espectro de la cultura americana, y continúan carcomiendo las bases morales de sociedades que buscan prosperar a base de trabajo, ahorro e inversión. Ideas muertas que hace muchos años fueron desacreditadas por la historia —keynesianismo, maltusianismo, redistribución, socialismo, colectivismo, etc.— en la administración de Obama fueron revividas y aplicadas con furia demencial en todo el aparato económico de EU. El por qué estas ideas en bancarrota todavía atraen a la elite intelectual es un gran misterio.

Una crisis no se debe desperdiciar
Al inicio de la administración de Obama, muchos recuerdan la declaración que hizo su jefe de gabinete Rahm Emanuel después de la toma de protesta del nuevo presidente; “Una buena crisis es algo terrible de desperdiciar”. Los progresistas que controlaban la Casa Blanca y los dos niveles del congreso tomaron este consejo al pie de la letra, y procedieron a aprovechar la grave crisis que vivía el país para activar todo lo que listaba su plan para socializar EU. Este era el momento que la izquierda radical había esperado durante tantos años. La revista “Time” publicaba la foto de Obama en su portada con sombrero y cigarro con boquilla luciendo como un gallardo Franklin Roosevelt. Era un mensaje de lo que Obama se proponía llevar a cabo. El establecimiento de su propio New Deal, pero ahora impulsado con esteroides. 

El secreto de Trumponomics (I)

 Ricardo Valenzuela

El contenido del libro es invaluable, pero la narración que hacen de su primera reunión con el futuro presidente es realmente reveladora.

En noviembre de 2016, un poderoso Tsunami barría la estructura política de EU cuando Donald Trump, con las todas apuestas en su contra, se convertía en el primer presidente de los últimos 40 años ajeno a la mafia del poder. Su estrategia política operó maravillas derrumbando las barreras demócratas en estados industriales del este y medio oeste del país, y llegando al corazón de la gente. Prometió trabajos, mejores salarios y desarrollo para áreas que habían estado olvidadas. Tomaba una bandera que lo enfrenta a la política tradicional y, ante la envidia, la rabia y el miedo del grupo de poder, empezaban a brotar sus enemigos tratando de destruirlo.

Son muchos los elementos que acudieron para sumarme a las filas de Trump y darle mi voto. Sin embargo, el más importante fue la participación en la campaña de tres prestigiados economistas embajadores de los mercados libres a quienes admiro profundamente; Arthur Laffer, Steve Moore y Larry Kudlow. Conociendo a los tres y siendo buen amigo de Laffer, para mí eran una garantía de que la avenida de Trump no era el apocalipsis que muchos estaban anunciando.