El estímulo económico keynesiano que manejó Obama en 2009 ha sido la borrachera gasto-endeudamiento más grande de todos los tiempos. Sin embargo, sus resultados fueron anémicos.
Es importante obtener y revisar los hechos factuales de esta historia de horror, porque se necesita aprender de los errores. Y en este caso tiene un doble valor porque las ideas socialistas cada día están más profundamente incrustadas en la política, la academia, la media, en el amplio espectro de la cultura americana, y continúan carcomiendo las bases morales de sociedades que buscan prosperar a base de trabajo, ahorro e inversión. Ideas muertas que hace muchos años fueron desacreditadas por la historia —keynesianismo, maltusianismo, redistribución, socialismo, colectivismo, etc.— en la administración de Obama fueron revividas y aplicadas con furia demencial en todo el aparato económico de EU. El por qué estas ideas en bancarrota todavía atraen a la elite intelectual es un gran misterio.