Desde la caída del muro de Berlin era obvio el cambio de las sociedades abandonando el paganismo, las posiciones de la fe ciega y manados divinos, para desarrollar la nueva sociedad abrazando la lógica y la razón, que les permitía darse cuenta de cómo la Nación-Estado los habia oprimido por tanto tiempo. Los muros de las ciudades medievales eran para protegerse de los ataques de los bárbaros que las saqueaban. Pero, el muro de Berlin representaba algo diferente, era para no permitir que la gente escapara de la opresión del comunismo todos hambrientos de libertad.
Esa liberación se identificaría en EU cuando en 1995 Clinton propusiera un particular “impuesto de salida”, un muro de Berlin para el capital requiriendo que los habitantes de EU pagaran lo que parecía un rescate para escapar del pais. El rescate pretendido por Clinton hacía recordar las medidas draconianas que se tomaban en el Imperio Romano ante sus horribles situaciones fiscales de algo ya en declive. Era presagio de lo que al mundo le esperaba ante feroz ataque del estado para exprimir a la población hasta su última gota. Porque cuando sistemas fallidos tienen ese poder, se dan a imponer penosas cargas sobre quienes quieren escapar de sus cadenas opresivas.
Y ya en la segunda década del nuevo milenio, se ha hecho obvio que la Nación-Estado heredada de era industrial es una institución depredadora. Cada año que ha transcurrido del nuevo milenio, luce menos una bendición para la prosperidad y muy claro muestra ser un obstáculo del cual el individuo quiere escapar. Un escape que provoca desesperación en gobiernos histéricos que no lo quieren permitir. La sobrevivencia de sus estados de bienestar depende de su habilidad para continuar extrayendo una gran fracción del PIB mundial, para luego redistribuirlo a un subconjunto de votantes en los países de la OCDE.
Esto ha requerido que los impuestos sobre la espalda de los ciudadanos más productivos de los paises ricos, sean establecidos a tipos de interés decididos por super monopolios y cientos o miles más altos que los costos de los servicios que prestan esos gobiernos.
La caída del muro de Berlin no solo fue símbolo de la muerte del comunismo. Era la derrota de todo un sistema mundial de naciones-estado y el triunfo de la eficiencia y los mercados. El punto de apoyo del poder de la historia subyacente había cambiado. Había así culminado la era de la nación-estado, una historia especial de doscientos años que se iniciara con la revolución francesa. Ahora surgía una gran pregunta ¿realmente el final de la guerra fría enfrentaría a las dictaduras comunistas contra las democracias del estado de bienestar? Pero la pregunta debería haber sido ¿Quién controlará al supuesto ganador de esta batalla?
Lo que muy pocos se dieron cuenta, es que ya habia madurado aquella sociedad encabezada por Rothschild/Rockefeller que se conocería luego como el Estado Profundo Global, algo que lo describiría Kissinger en el 2007 después que Bush I cumpliera bien con el encargo del Nuevo Orden Mundial Socialista, especialmente hacia el final de su presidencia. Fue cuando la crisis fabricada por el NOM surgiera sin sorprenderlos, y como dictaba la receta, ignorarla para así pavimentar el camino del nuevo recluta del Nuevo Orden Mundial Socialista, un misterioso marxista llamado Barak Obama.
Entonces Kissinger afirmaba: “La tarea de Obama será desarrollar una extensa estrategia para los EU en este periodo, cuando finalmente el Nuevo Orden Mundial puede ser creado. Esta no es una crisis, es una gran oportunidad.” Explicaba cómo la crisis fue creada para que Bush I la afirmara, y fuera una cortina de humo que permitiera Obama fuera presidente. Y Obama usaría los 8 años de su presidencia para consolidar en NOM continuando el proceso que FDR habia iniciado. El Estado Socialista de los tecnócratas.
Desde que Nixon sorprendiera al mundo con su visita a China en 1972, ya el NOM habia decidido que China emergiera como la nueva potencia mundial tomando el lugar de EU. Movimiento encabezado por la Comision Trilateral (NOM) cuya bandera era llamada Tecnocracia, y la describían como un nuevo sistema económico designado por prominentes científicos e ingenieros. Ellos habían decidido rescatar al mundo del peligro de otra Gran Depresión, remplazando el capitalismo y la empresa libre con un esquema económico que usaría la energía como su sistema contable en lugar de dinero.
Proponían también abandonar la propiedad privada, cancelar el congreso y otros cuerpos legislativos, para instalar científicos no electos, ingenieros y técnicos para manejar el mundo. Se habia olvidado esa Tecnología, pero alguien descubria que no era algo nuevo solamente el reemplazo de un modelo económico que se había postulado años atrás. En adicción, su naturaleza radical emergía en un distinto contraste al comunismo, socialismo, fascismo y todos los ismos. Surgia la sospecha del NOM casado con Tecnología ¿sería el caballo de Troya de la humanidad?
La Comision Trilateral ya dominaba la administración de Carter donde presidente, vicepresidente eran miembros. Carter designaba a uno de sus empleados, Zbigniew Brzezinski, como Asesor Nacional de Seguridad. Después, gran parte del gabinete serían miembros. Lo que ellos querían era controlar la maquinaria de comercio global más poderosa del mundo. Esa estructura política era el medio para un ambicioso fin. Esto se demostraba cuando nueve de once Trade Representantes de EU fueran trilaterales, siete de los ocho presidentes del Banco Mundial. Los presidentes del FED Arthur Burns, Paul Volker, Alan Greenspan y todos los siguientes eran trilaterales.
Pasaban luego en equipo a orquestar la creación del World Trade Organization, North American Free Trade Agreement (NAFTA) para tomar control de todos los temas de la ONU como Desarrollo Sustentable, todas las avenidas del calentamiento global y todo lo que fuera estrategias de transformación. Con esa gran abanico global pasaban a la transformación de China de ser una dictadura comunista a una neoautoritaria Tecnocracia.
También habían cosechado su preciado “beneficio”. La economía de Europa está en el basurero, la de Japón aún sigue ardiendo desde los 90s, la de EU está peor que en los 60s. El pudrimiento de EU es dolorosamente evidente con políticas fracturadas apuntando al fracaso. Y el del resto del mundo peor. Y mucha gente desesperada.
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