LA VERDADERA MUERTE DE LAS REPÚBLICAS

 Ricardo Valenzuela

 

Mi padre, quien viviría en Europa durante 15 años y solo regresara a Mexico en los años 30, siendo su hermano Gilberto embajador en Bélgica, lo llevaría a una gira que hacía Plutarco Elias Calles como presidente por varios paises de Europa, incluyendo Alemania ya con Hitler al timón. Así, siendo un adolescente y, sobre todo, guiado por su hermano 20 años mayor, pudo apreciar lo que ya hervía en el viejo continente en su ruta hacia la guerra. Gran admirador de EU, ya casi al final de su vida, en el último viaje que hizo a este país, con su cerebro atacado por los años me decía:

“Este país, en estos momentos me provoca una congoja similar a la que sufrí cuando visité aquella Alemania, que era la premonición de un infierno.”  

Ahora entiendo el mensaje de mi padre pues siento que su congoja tenía bases sólidas. Los EU están sufriendo una enfermedad mucho más grave de lo que yo habia denunciado por años. Y esa visión fue mucho más obvia desde que Trump ganara su primera elección y, sobre todo, cuando le robaran la segunda en 2020. Ya había tenido la oportunidad de atestiguar lo que estos grupos criminales hicieron para sabotear su gobierno e, inclusive, retirarlo de la Casa Blanca, con lo que ya claramente se identificaban y también sus cuevas.  

 Sin embargo, ganaba de nuevo la presidencia, pero, además, en una avalancha de votos que era un mensaje. Ahora llegaba habiendo aprendido valiosas lecciones y sabiendo donde estaba el cuartel de sus enemigos. Ello le permitió seleccionar con lupa a sus colaboradores para evitar las traiciones anteriores. Sobre esas bases partía en su segunda ruta y, con la magnitud de su histórica victoria, pensamos ahora si podría navegar en calma hacia ese gran propósito a donde nadie se habia atrevido. Y su regreso era acompañado con la capacidad para ejercer el poder de la presidencia antes negado.

 Yo, en lo personal, ignorando aquel mensaje de mi padre, parece que de nuevo me he equivocado pues no me había dado cuenta de la resiliencia de los enemigos del país, tampoco de su infinita maldad, pues al estilo del amante abandonado, decidieran que, si no era para ellos, no sería para nadie, simplemente han procedido a destruir el país. Tampoco me había dado cuenta de la capacidad destructiva de esas fuerzas, ni de su enferma pasión para acudir hasta el asesinato. Y, procedieran, como la vez anterior, con la ridícula excusa de su mártir, para sacar sus hordas en otro intento destructivo.

 Ahora su gran propósito celestial han decidido sea atacar la justa de su gobierno federal para eliminar el grave problema de los millones de ilegales que, por instrucciones de Soros, permitieran ingresar al pais, un proceso que ha costado $300 billones. Y, como hace un par de años, darían la señal para que emergieran de las cuevas de Mefistófeles sus diabólicas fuerzas como Antifa, BLM, Ocupar Wall Street etcétera, todos graduados de la universidad del apocalipsis que ya iniciaran su destrucción ante la algarabía de los demócratas.

 Pero, en esta ocasión su motivo es verdaderamente especial porque es el de un herido moribundo, y sus acciones peligrosamente asertivas e ilimitadas al estilo militar, con perjuicio extremo. Y con su conducta ratifican algo muy grave. Los EU desde hace tiempo han estado bajo control de manos criminales que, con paciencia y tenacidad, lo habían estado penetrando. No es algo que nos debería sorprender, no, ya lo habíamos observado y sentido. Pero, lo que sí es una verdadera sorpresa, es el nivel de penetración que estamos observando en estos momentos de una anarquía nunca experimentada.

 Los EU están sufriendo la invasión de un cáncer agresivo, progresivo y fatal que, al no haber iniciado el combate requerido, se ha permitido su avance a un estado crítico. Y, sin haber permitido su tratamiento, ha llegado ahora a un punto en el cual casi se puede decretar ya es poco lo que se puede hacer para salvarlo ante las sonrisas de sus transmisores. No es posible que en un país civilizado se manifieste su pudrición, cuando elementos de su mismo gobierno, sin cumplir con su obligación constitucional, sean los que no permitan resolver la invasión ilegal de fuerzas enemigas.

 Pero, todavía más grave, la respuesta de esa sociedad que se quiere proteger permita explotar una revolucion callejera ejecutada por esos soldados profesionales del terror y destrucción, como lo han hecho otras veces sin que haya consecuencias e, increíblemente, haya quienes los ayuden y los protejan. En el caso de su mártir favorito en Chicago, con larga historia criminal, haya desembocado en una ola destructiva y un inocente policía en prisión y, todavía más increíble, surgiera una ola de políticos pidiendo desaparezca la policía retirándole los fondos.

 EU ha sido invadido por miles de miembros de los carteles del narcotráfico de Mexico, Venezuela, Colombia que los representan en las ciudades más importantes del país. Esto refrenda una afirmación que me hiciera Miguel Felix Gallardo en Guadalajara en los años 80 a quien habia conocido porque ambos teníamos el gusto por las motos: “Llegará el día en que se cambien los papeles y los nuevos carteles sean propietarios de los gobiernos, y esa será la verdadera nueva guerra mundial.” Yo estuve de acuerdo, pero, pensando eso sucedería solo en America Latina nunca en EU. Fue otra de mis equivocaciones porque, aparentemente, ya se han adueñado de gran parte del gobierno y, sobre todo, de Wall Street donde los 3 trillones del mercado de las drogas les permite sostenerse y seguir tapando hoyos con parches que no duran.

 Porque cuando los gobiernos abandonan su obligación constitucional de proteger vida, libertad y propiedad de sus ciudadanos, se convierten en gobiernos ilegítimos pues ya no trabajan para la gente, y se habrán destruido los cimientos de las naciones que, tarde o temprano, iniciarán su etapa de fallecimiento, no su desaparición, pues seguirán operando con nuevos objetivos. Y, desgraciadamente, esa pudrición también penetra las sociedades que lo justifica.

 Alexis de Tocqueville invadido de admiración en su visita a EU afirmaría: “EU es grande y próspero, porque está habitado por hombres libres y morales. Pero, si algún día pierde su moralidad, de inmediato estará también perdiendo su grandeza, su prosperidad y su libertad.” Parece que a EU le está llegando esa maldición.