El trágico
accidente ocurrido el día de ayer cuando un avión de pasajeros chocaría con un helicóptero
del ejército, se suma al tema de las tarifas como las dos papas calientes por
todos los rincones de este país cuando, las primeras opiniones de expertos,
apunta a que el accidente podría haber sido causado por errores de los
controladores en la torre del aeropuerto de Washington. Y, aunque no hay alguna
investigación terminada con el veredicto, también surge otra horrorosa
posibilidad de que pudiera ser producto del proyecto iniciado de Diversidad e Inclusión.
Un proyecto iniciado por Obama y Biden le diera seguimiento como parte de la ingeniería social que se ha estado ejecutando ya por muchos años. Diversidad e Inclusión es un nuevo esfuerzo del gobierno para que, en los negocios, gobiernos, y cualquier tipo de institución, sean obligados a contratar (incluir) gente diferente (diversidad) cuyo resultado ya lo podemos ver con Generales vistiendo uniformes de mujer comandando tropas, hombres con indumentaria femenina en las oficinas de la Casa Blanca, al trans-Rachel Lavine como su subsecretario de Salud.
El mensaje de Biden era que no importa raza, religión, orientación sexual, identidad de género o discapacidad para atender las necesidades de salud pública en nuestro país en este momento histórico decisivo y más allá. Y el latino Xavier Becerra (diferente) supervisará las oficinas y programas de este departamento, diez sucursales regionales y el despacho del Cirujano General.Es decir, un programa similar al que se iniciara hace años básicamente dirigido (obligado) para la contratación de afroamericanos e incluirlos en la fuerza de trabajo. Después se incluirían otras categorías de quienes, a juicio del gobierno, sufrían una gran discriminación. Aparentemente nacido por un honorable deseo de que realmente todo mundo tuviera las mismas oportunidades. Pero, el gran problema ha sido la eliminación de ese proceso en que afecta a la economía de modo especial, para que libremente se evalúen las cualidades que la persona pueda aportar, y sustituirlo con la obligación de llenar esas cuotas fijadas por el gobierno.
Pero ¿Qué hay de fondo en estas políticas que nadie entiende?
La constitución de EU claramente define la única responsabilidad del gobierno como la defensa de los derechos de todos los ciudadanos. No de conseguirle trabajo, no de lograr su prosperidad, ni de educarlo, ni de curarlo, ni de asegurarle su futuro, ni divertirlo. Tampoco eliminar todos los riesgos en su vida. Ni de darles una palmadita en la cabeza, besar sus moretones, poner un pollo en todas las mesas, llevarlo todas las noches a la cama, darle un beso en la frente, y decirle que cuando despierte todo estará bien.
Porque con la estructura política establecida se ha creado en el subconsciente del hombre el deseo de perpetuar su dependencia de la niñez. Y esperan a un dios humano que les surta todo eso. Así la gente demanda lo increíble y se le surte con incredibilidad prometiéndole todo entregando nada. Esta conducta pública es una rendición total nacida del miedo, la pereza y la conveniencia. Es la base del Estado de bienestar como arma estratégica, útil y muy efectiva contra una sociedad que ha perdido sus valores sin haberse dado cuenta. Una sociedad adicta a esos gobiernos fingiendo ser sus redentores mientras aprietan más las cadenas de su esclavitud.
Si el liberalismo había sido tan exitoso liberando las grandes masas de la humanidad, destrozando la carga del estatismo, liberando una fuerza sin precedentes que mejoría los niveles de vida como jamás se había atestiguado. Habia sido el responsable de la revolucion industrial que modificara el mundo, del gran éxito de los EU que lo ubicara como el país más rico y poderoso y el nuevo líder mundial desplazando a Inglaterra, pero ¿Qué habia sucedido? Esa pregunta ha desconcertado a los liberales durante mucho tiempo.
Uno de los problemas fue que los verdaderos liberales se hicieron holgazanes, olvidaron la amonestación de Jefferson que la eterna vigilancia es el precio de la libertad, y pensaron que la bella armonía social y la abundancia que habia surtido el liberalismo del siglo 19, tendría el significado suficiente para nunca regresar al viejo orden. Y así surgían nuevas formas de colectivismo y poder estatal. También porque algunos liberales daban la impresión de que el liberalismo era un sistema cerrado, y pensaron su trabajo estaba terminado. Pero el socialismo surgia con una nueva y muy completa teoría de desarrollo que seduciría a los jóvenes.
Así el gobierno de EU que al inicio del siglo consumía solo el 4% del PIB, no existía el IRS ni el impuesto sobre la renta, y su deuda era mínima. Ha viajado hasta nuestros dias consumiendo el 50% de ese PIB, tiene una deuda superior al PIB y creciendo, con monstruosos déficits en el presupuesto. En términos económicos y financieros los EU están ya en una quiebra técnica. Con una burocracia que le capa al PIB $2 trillones de dólares, con un pago de $1 trillón de dólares anuales de intereses que recibe el FED. Porque en EU se olvidó el concepto del orden espontaneo y se dio por resuelto el problema de la producción. Y pasaron a desarrollar esquemas guiando la economía en una dirección política escogida por demagogos y corruptos.
El problema de EU es de proporciones horrorosas y se requieren soluciones valientes y tal vez dolorosas. Y el asalto más grande que ha sufrido fue de manos de Obama. Trump lo entiende y también entiende que está luchando contra lo que Obama representa, contra el asalto regulatorio a los negocios, contra su asalto en impuestos y un comercio internacional defectuoso, contra el fanatismo del cambio climático, contra los $37 trillones de la deuda. Está furioso por la destrucción de las políticas fallidas de Obama y Biden. La fuerza que lo deba de sostener es el haber arrasado en la elección y, sobre todo, un gabinete de leales que si aman a su país.
EU durante mucho tiempo ha estado en manos de una pandilla de criminales—demócratas y republicanos—políticos surgidos en lo que pareciera la universidad del crimen, no son estadistas, además, son ignorantes de la verdadera política, de economía, son inmorales y así ya han provocado una corrupción que envidiarían los paises de America Latina. Este es para EU el tren de la media noche, y ya no hay otro. Trump va a la guerra
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