EL RESETEO DE EU

Ricardo Valenzuela 

Iniciando la segunda década del siglo, el mundo transita presentando un panorama que pareciera ser producto de la comunión de mentes inspiradas con peyote y en esteroides de Federico Fellini, Picasso, dirigidos por las ideas del filósofo Schopenhauer y la descripción del infierno de Dante en la Divina Comedia. Nada tiene explicación razonable, lógica, y no hemos podido entender o aceptar ni siquiera atendiendo a lo que tan nos enseñaron en catecismo, la fe ciega, es dogma, con el que siempre han tratado de que aceptemos lo inaceptable, sufrir lo que es insufrible en este valle de lágrimas como precio de la belleza de nuestro destino final siempre de su mano.

Otros más inspirados nos piden dar una función al sufrimiento, pero un sufrimiento provocado por ellos mismos con sus acciones ejecutadas con premeditación, alevosía y ventaja buscando eso, nuestro sufrimiento, para luego aceptarlo calladamente como algo normal o natural. La lógica, el razonamiento, el análisis, el cuestionamiento han desaparecido para darle vida a un proceso similar al vía crucis para, con el sufrimiento y muerte de Jesucristo, salvar la humanidad. Y algunas veces todavía les damos gracias por habernos permitido participar en esa oportunidad.

El norte parece sur, el sur parece norte, el este parece oeste, la geografía ha desaparecido. Lo bueno ahora es malo y lo malo es bueno, los hombres son mujeres y las mujeres son hombres, el asesinato es un acto compasivo al utilizarlo para evitar otros problemas definidos con su nuevo manual de comportamiento humano. El perder y luego arrebatar es también una acción heroica y salvadora y, ante los ojos de esta nueva justicia, todos los criminales son ahora Robin Hood ejerciendo sus derechos de saqueo y destrucción. Cualquier ser humano que no acepte su nuevo menú moral y social, es declarado enemigo mortal y, de alguna forma, como los nazis hicieran con los judíos, los españoles con los indios, los blancos con los negros en la era de esclavitud, deberán ser neutralizados puesto que, para estos pecadores, los derechos individuales no existen. 

La traición de nuevo se identifica como una estrategia efectiva, utilizada y admirada. Ahora Benedict Arnold es rescatado de ese limbo de los traidores, para elevarlo al Partenón de los verdaderos héroes que han inspirado a personajes como Romney, McCain, Kasich, los Bush, Cheney y su hija, que son considerados almas que estuvieran perdidas en la oscuridad, pero finalmente encontraran la luz. Los padres fundadores son ahora una banda de criminales, racistas, crueles, quienes, ante ellos, la opresión de la monarquía inglesa sería un hermoso paseo por los huertos del edén. El nuevo modelo para los aspirantes a la política ya no es JFK, Cleveland, Lincoln, ahora son la Pelosi, Schiff, Obama y, por supuesto, Joe Biden a quien, en lugar de condenar su corrupción al igual que la de Obama, se les admira por su habilidad para construir fortunas impresionante en la política.

En una cruzada para destruir las instituciones base de la familia y la sociedad, el matrimonio se ha convertido en un espectáculo de circo barato, legislado, y no sería de extrañar que muy pronto se legisle también el matrimonio en equipos de 3 o 10 participantes o, por que no, el matrimonio de humanos con animales y con árboles, como ya sucede en otros países del mundo.

El sistema judicial se ha convertido en instrumento para avalar todo tipo de crímenes desde el saqueo y la destrucción de propiedad, nuevos linchamientos, el asesinato de infantes nacidos, ignorar los desfalcos trillonarios de ramas del gobierno como el Departamento de Estado, de Defensa, la impune operación de lo que Ron Paul describe como la organización criminal más grande del mundo, la CIA y, lo más indignante, un golpe de estado violentando la Constitución y las leyes de la Republica. Un sistema con ausencia de hombres que antes entregaban su vida al derecho y la justicia y, que aun ante los embates de los criminales pidiendo se actuara en la ilegalidad, ellos por encima de cualquier cosa, levantaban la bandera de la legalidad y la justicia, siempre por encima de cualquier tipo de interés personal.    

Partidos políticos igualmente invadidos por la corrupción y, como una sola sinfónica, se coordinan de forma increíble para producir la melodía siempre emitiendo notas de purificación de sus conciertos, pero siempre apuntando hacia incrementar su poder, no importa que la gente los escuche desafinados, pero logrando sus propósitos personales en ese mercado donde se cotizan sus servicios mercantiles. Y, cuando en uno de ellos emerge un elemento perturbador, lo neutralizan en equipo como lo hicieran con JFK y, durante los últimos 4 años, con ese hombre que no les permitía dormir bien. Un rebelde que no pudo completar su tarea, pero si exhibió el cáncer que avanza y lleva al país hacia un peligroso estado apuntando a la agonía.

En EU ya nada es como era ni como debería ser y, como afirmaba mi padre de México; “a los hombres decentes e íntegros los destruyen calificándolos de ilusos, pero a los bandidos les construyen monumentos para ubicarlos en los lugares que antes ocuparan los verdaderos héroes”. En EU ya no hay orden ni justicia. La moralidad, integridad son solo estorbos que no permiten el avance. La poca integración social demostrada con la elección de Obama, bajo su propio liderazgo, se ha destruido para renacer una guerra que ha abierto viejas heridas con algunos segmentos buscando venganza, otros violentamente exigiendo derechos que nadie tiene y los consiguen.

Ahora los oprimidos, odiados, de los que piden sus cabezas para lincharlos, son los blancos, heterosexuales, conservadores, religiosos, respetuosos de la ley, esos que la Hillary describe como barbajanes se aferran a sus biblias y sus armas. Esos que, no por haber legislado y legalizado perversidades que son contrarias a sus principios y valores, están despuestos a cambiar sus estructuras morales y nunca lo harán. A ellos no les importa las conductas de otros, pero, cuando les tratan de cambiar sus bases morales porque sus conductas perversas fueron aprobadas y legalizadas, es alimentar una muy peligrosa hoguera.

Pero, hay algo que preocupa especialmente a los usurpadores, los 75 millones de votos que le dieron a Trump les ha demostrado que, mas de la mitad del país continúan en el campo de lo que ellos consideran sus enemigos y jamás los podrán obligar a izar una bandera blanca. Por eso se animaron a dar el golpe de estado y, en estos momentos, ya iniciaron la toma total pues hay prisa por ese peligro latente con un líder que no han podido neutralizar totalmente. En el inter, con sus acciones pretenden desviar la atención del mundo del golpe final que están a punto de ejecutar.