RECORDANDO EL ERROR DE DICIEMBRE

 Ricardo Valenzuela

 

 En todos 

 

los años en que he transitado por el mundo de la economía y las finanzas que se extienden desde mi arribo al Tecnológico de Monterrey, mi inicio como banquero en la ciudad de México, mis estudios de Maestría en la Universidad de California y la UNAM, la Dirección General de dos bancos, mi entrenamiento en Bank of America durante tres años, mi paso por el IPADE, mi aventura como investment banker en los EU, mis veranos en la Universidad de George Mason etc, he tenido oportunidad de conocer grandes mentes. Sin embargo, me atrevo a decir que la mas brillante ha sido la del Dr. Arthur Laffer.

 En el año de 1989 el Wall Street Journal elaboró lo que llamaron; “La galería de los mas grandes”, en la que incluían a los personajes que mas han influenciado el mundo de los negocios, las finanzas, y la economía a nivel mundial y a través de la historia, gente como ellos los afirman; “han hecho la diferencia.” La lista incluye nombres como Milton Friedman, J.P.Morgan, Thomas Alva Edison, John D. Rockefeller, Andrew Carnegie, Andrew Mellon, F.W. Woolworth, Alexander Graham Bell, etc, y como el integrante mas joven de tan preciada lista, Arthur Laffer el padre del “Supply—Side economics,” y arquitecto del programa económico presidencial de Ronald Reagan.

 Durante los primeros meses de 1995 el maestro Laffer me invitó a visitarlo en sus oficinas de La Joya, para discutir el mensaje que él había dirigido al congreso americano con motivo de el paquete de ayuda financiera que el gobierno de México estaba solicitando, para hacer frente a la grave crisis que enfrentaba motivada por la devaluación provocada en el mes de Diciembre de 1994, y que ya en esos momentos ahogaba al país. Considero muy importante compartir esta experiencia, porque Art Laffer expuso al congreso americano una visión muy diferente, cruda y real de ese triste capitulo de nuestra historia, que ahora se ha revivido.

 Creo que este tema cobra particular importancia ahora que con el regreso del “demonio Salinas,” han de nuevo brincado una serie de nuevos Keynes mexicanos exponiendo una variedad de teorías del motivo, responsables y consecuencias de la famosa devaluación de Diciembre de 1994. El día de hoy precisamente he leído una serie de editoriales tocando el tema, que si Adam Smith o inclusive Keynes tuvieran oportunidad de analizarlos, se revolcarían en sus tumbas---de risa. Desde la Manú, Catón, Guadalupe Loaeza etc, son ahora todos aspirantes al premio Nobel de economía y chismografía.

 He desempolvado mis notas tomadas en dicha reunión, y esto es lo que encuentro. La comparecencia de Laffer se efectuó el 25 de Enero de 1995. Las primeras palabras del maestro fueron: “Me gusta la definición que este cuerpo legislativo me ha obsequiado de escéptico en relación al apoyo de 40,000 millones de dólares para México. Dios sabe que es mejor ser escéptico que “acelerado” o simplemente recitador del si. El gobierno de México tiene veinte años devaluando y los EU rescatándolo de los problemas provocados por esas devaluaciones.” “Esta última no ha sido diferente, la provocó el gobierno de Zedillo apoyado y asesorado por el FMI, pensando ayudaría en lo que “ellos consideraron” sus problemas de balanza comercial.”

 Me dice el maestro; “lo que México requería en esos momentos, era el apoyo de los EU para revaluar el peso y dar las armas al gobierno para llevarlo de nuevo a su valor original. El escenario ideal hubiera sido el regresar el peso a su paridad de 3.50 por dólar y después fijar esa paridad. Sin embargo, a esas alturas era ya una misión prácticamente imposible, entonces el objetivo debería ser el anclarlo en 4.50. El apoyo al gobierno mexicano en esos momentos debería de haber sido para deshacer la diabólica devaluación---es decir, regresar al país al día 19 de Diciembre para lidiar con la crisis de otra manera evitando la devaluación.”

 Continua  la comparecencia; “Las ultimas semanas el peso se ha depreciado considerablemente en relación al dólar (60%). Sin embargo, el gobierno mexicano está proyectando una inflación de 15% para esta año de 1995. Sueños. La inflación deberá superar el 50% y tendrán crecimiento negativo de la economía---ellos proyectan un crecimiento del 1.5%. Con este escenario tan erróneo y equivocado, considero muy difícil que México enderece el barco en el corto plazo. Yo les auguro varios años de grandes sufrimientos económicos y financieros con serias implicaciones sociales---que todavía no se inician.”

 En 1976 el gobierno de México atentó resolver lo que “ellos consideraban” un problema con una solución muy real---otra devaluación. De 1954 a 1976 el peso había permanecido fijo a 12.50 pesos por dólar. Ambas monedas era intercambiables en los dos lados de la frontera. En Agosto de 1976 el ya en retirada Echeverría decide devaluar el peso. Doce años después al inicio de la administración de Salinas, el precio del dólar para los mexicanos era de casi 3000 pesos. La inflación entre los años 1976 a 1989 había roto todos los récords mundiales, la economía estaba en ruinas, y el nivel de vida de los mexicanos se había regresado a la época de la revolución---producto de la devaluación.

 El gobierno mexicano en 1994 había llegado a la errónea conclusión de que el déficit de la balanza comercial era demasiado grande. Los responsables de las finanzas afirmaban que era una situación insostenible y que algo se tenia que hacer. Y lo hicieron. Devaluaron el peso y provocaron el gran pánico general y una carga de caballería en contra de nuestra moneda. No solo su decisión fue errónea, sino que su visión de que el déficit de la balanza comercial era demasiado grande, fue tal vez peor.

 Sigue el maestro; “Salinas implementó una serie de políticas económicas basadas en el Supply—Side incluyendo reducción de impuestos, desregulación de la economía, y una moneda estable con paridad casi fija frente al dólar. Para observadores internacionales el comportamiento de la economía mexicana de1988 a 1994 fue “un milagro” en toda la extensión de la palabra. Con estos antecedentes para mi es muy difícil de entender porqué el Presidente Zedillo tan siquiera contempló la devaluación, mucho menos el que se haya ejecutado. Se de fuentes muy confiables que Zedillo ha reconocido su grave error.”

 El gobierno mexicano siempre ha creído que las devaluaciones ayudan a sus exportaciones, y eso es el peor error de juicio. Si eso fuera cierto, Japón y Alemania que han estado revaluando sus monedas desde finales de la segunda guerra mundial, tendrían en estos momentos grandes déficits de sus balanzas comerciales, e Italia que solo ha devaluado en ese mismo periodo, tendría grandes superávits, pero es todo lo contrario---el 50% del superávit comercial del mundo lo acumulan Alemania y Japón. No hay relación entre balanza comercial y tipos de cambio.

 En términos estrictamente contables, los déficits de la balanza comercial son superávit de capital. Desde este punto de vista el déficit se convierte en un superávit de capital. Para aquellos que entienden economía internacional debería ser muy claro. Los déficits de la balanza mexicana habían sido los medios a través de los cuales el país estaba adquiriendo el capital que desesperadamente necesitaba para entrar al mundo de países desarrollados. A medida que el superávit de capital creciera, las posibilidad de México para dejar el mundo subdesarrollado y proporcionar a sus ciudadanos mejores niveles de vida se incrementaban. La devaluación del peso detuvo ese proceso e hizo las que inversiones en México ya no fueran atractivas y desestabilizó el gobierno.

 El gobierno mexicano decidió resolver un problema “transitorio” de flujo de efectivo con una declaración de banca rota, provocando el pánico de todos sus acreedores que habían apostado al futuro del país. La devaluación mexicana no solo se pudo haber evitado, se debió haber evitado, o como dice el maestro Laffer, se debió haber revertido. Pero no, se optó por flotar el peso provocando el ataque especulativo mas grande de nuestra historia, en el que los agraciados con la “información privilegiada,” todavía no terminan de contar sus ganancias a costa del hambre de un pueblo que no sabe que fue lo que sucedió, al mismo tiempo que los Keynes “mexican curious,” siguen ladrándole al reflejo de la luna en el agua. Esto es lo que Salinas con su sed de venganza no ha sabido defender.