LA CIA, INFIERNO EN LA TIERRA (Primera parte)

Ricardo Valenzuela

 “Por algún tiempo he permanecido observando la forma en que la CIA, abiertamente y sin control, ha estado abandonando su responsabilidad original. Y con ese proceso se ha convertido en una operación rebelde para llegar a ser el brazo para el establecimiento de las políticas del gobierno.” 

                      Presidente Harry S. Truman 

Hace cincuenta años, exactamente un mes después del asesinato de John Kennedy, el Washington Post publicó un artículo de opinión titulado "Limitemos el papel de la CIA a la inteligencia". La primera frase de ese artículo, del 22 de diciembre de 1963, decía: "Creo que es urgente y necesario reconsiderar el propósito y las operaciones de nuestra Agencia Central de Inteligencia." 

“El desempeño de un presidente depende de la información que posee. Suponiendo que conozca nuestra historia, comprenda nuestras instituciones, las necesidades y aspiraciones del pueblo, necesita la información más precisa y actualizada sobre lo que ocurre en todo el mundo, y en particular sobre las tendencias y los acontecimientos en todos los puntos críticos de la pugna. La CIA no está cumpliendo esa función.”

Si nos dedicáramos a buscar algún tipo de protección contra lo diabólico que representa Soros con el mandato de sus amos para establecer el Nuevo Orden Mundial, creo que lo único que llenaría los requisitos para enfrentar esa fuerza destructora, sin lugar a duda, todos los caminos nos llevarían a la CIA. Esa fuerza que el gran Ron Paul describiera como la organización criminal más grande del mundo. Aunque no tiene la trayectoria centenaria de la que representa Soros iniciada hace doscientos años, en los ochenta que ha operado, rivaliza con lo que surgiera como ese fatal Estado Profundo. 

La CIA nacía hacia la mitad del siglo pasado mediante una orden ejecutiva del presidente Truman, al mismo tiempo que se tratara de disolver en famoso proyecto Majestic que se habia salido de control. Una organización de doce miembros con perfiles especiales con una sola misión, investigar eventos preocupantes que, supuestamente, seres de otros planetas estaban provocando en el nuestro.  

Pero, al dejarlos sin presupuesto, ante la oportunidad que ellos habían identificado, decidían seguir adelante. La primera fuente de dinero que encontraran sería una sociedad con un petrolero texano que tenía una novedosa forma de extraer petróleo del golfo de Mexico, plataformas marítimas lejos de la jurisdicción de EU, su nombre era George Bush. Se utilizarían sus plataformas como destino de la cocaína producida en America del Sur, para después, en sus buques de transporte del petróleo, incluir la cocaína con destino EU y se iniciaba el narcotráfico como capital para sus planes. 

Poco después, ese petrolero era nombrado director de la CIA y se iniciaba su toma de control de parte de los ex Majestic para darle una fisonomía diferente. Y al identificar sus objetivos con los de la monarquía británica y su oligarquia, coordinada por la segunda generacion de Rothschild que, entre otras cosas, ya eran propietarios del Banco de Inglaterra y el Fondo de la Reserva Federal en EU, emergia lo que luego se conocería como el Estado Profundo. Los Rothschild, después de haber destruido la peseta española durante el siglo 19, finalmente eran aceptados en los círculos de poder del Imperio Británico y de allí partirían. 

De esa forma, el ancestral objetivo de subyugar a EU para regresarlo al estado colonial destruyendo su republicanismo y esa peligrosa libertad, avanzaba hacia su logro. Con la CIA ya en su poder, en poco tiempo surgía como una fuerza imparable que se mostraba con el asesinato de Kennedy en medio de la impunidad. Al ir avanzando en su desarrollo, de forma ya descarada operaba siguiendo órdenes de ese Estado Profundo. Y uno de sus objetivos diabólicos era llegar a controlar la mente, no solo de los americanos, sino de las sociedades del mundo. 

En el viejo continente, con el establecimiento de la unión europea, les entregaban el manual que debían seguir para establecerlo en todo el continente americano. Así veríamos sus acciones destructivas en Cuba cuando, siendo el país más desarrollado de AL y envidia del resto, con Fidel Castro ubicarlo en la miseria que han vivido durante mas de 60 años. Veríamos sus huellas en Vietnam, en China, en Mexico cuando Salinas desobedeciera, regresar el pais a la edad de piedra. En Perú cuando Fujimori se saliera del guion dictado, destruirlo, las veríamos en Venezuela para llegar a este horroroso presente. 

Reagan trataría de meter orden ubicando a William Casey como director de la CIA, a su muerte, William Webster tomaría las riendas de 1987 hasta 1991, cuando le siguiera Robert Gates. Era una buena noticia pues Gates era un elemento íntegro y genuinamente hombre de la CIA. Pero, en un evento desconcertante, al ser elegido Clinton en 1992, de inmediato renunciaría anticipándose a la llegada del nuevo presidente con su mafia Dixi. No había duda el veía claro de lo que le esperaba a la CIA. 

Por encargo de David Rockefeller, en una reunión del Foro Económico Mundial (Estado Profundo) en Londres, agentes de la CIA llevarían a Bill Clinton a Rusia para que, la inteligencia rusa, le entregaran los archivos de sus actividades comunistas en su estancia en Oxford con una beca Rhodes, pues ya se habia decidido fuera el siguiente presidente. 

En las administraciones de Clinton, Bush, Obama, la CIA retomaba su viejo papel gansteril y se multiplicaba al infinito. Se coartaba la inteligencia lo que evitara prever el 9/11, la debacle de Irak y las armas de masiva destrucción. Lo que algunos agentes interpretaban era el pretexto para la guerra con objetivos económicos. Uno de los pocos agentes con integridad reportaría haber sido testigo de la destrucción de lo bueno que permanecía, para sentar las bases de la Diversidad, Igualdad e Inclusión y los agentes Trans. 

Pero también regresaba a su viejo oficio de asesino profesional liquidando a Gaddafi, Saddam Hussein, al embajador en Bengasi. El primero y el tercero con dedicaciones especiales de Hillary para robar el oro del banco central de Libia, al segundo para darle contratos de $6 trillones de dolares al Complejo Militar Industrial y, por supuesto, darle al hermano de Biden billones para la construcción de viviendas que nunca se construyeran. Agentes de la nueva CIA se habían instalado en Kiev, capital de Ucrania, con ciertas responsabilidades secretas especiales. Al mismo tiempo que protegían a Hunter Biden quien habia ya instalado una oficina en esa ciudad, para establecer negocios con la mafia ucraniana. 

Continuará.