Ricardo Valenzuela
Ley de
Herodes, “te chingas o te jodes.” Grito de Hidalgo, “chingue a su madre el que
deje algo.”
El error más
grande que han cometido las huestes de los oligarcas globales, el Estado
Profundo y todos sus múltiples derivados, fue el haberle robado la elección a
Trump en el 2020, puesto que, habían ya logrado neutralizarlo con toda la
fuerza de un estado corrupto, lo que claramente lo vimos en sus primeros 4 años
cuando lo cubrieran con demandas, espionaje, intentos permanentes de retirarlo etcétera.
Y, con el visible éxito logrado al inmovilizarlo, podían haber continuado sus
ataques con los mismos resultados, solo si le hubieran permitido su reelección pues,
además, para asegurar sus ataques, ya lo tenían rodeado de traidores.
Sin embargo, al haberlo expulsado de la casa blanca, como alguien lo expresara, fue una gran bendición, pues le darían el gran regalo de 4 años tranquilos para planear su regreso. Cuatro años de una larga reflexión, cuatro años para analizar sus errores, para estudiar con profundidad la realidad del gobierno, de todas las trampas que utilizaran, del criminal perfil de sus participantes como los Clinton, Obama, en fin, el hacerse de todas las herramientas que en su primera aventura jamás hubiera tenido.