Ricardo Valenzuela
Cuando Eisenhower, el comandante que lidereara el rescate del mundo ante la amenaza nazi, en su disertación y despedida de la presidencia enviara un mensaje de advertencia que se ignoraría. Conociendo bien la guerra, señalaba el grave peligro que podría representar un fenómeno que apenas se iniciaba. La clara injerencia de ciertas fuerzas ajenas al gobierno de EU, para, mediante guerra permanente, le diera vida a un amenazante Complexo Militar Industrial que se podría volver incontrolable.
La guerra ha sido un elemento que siempre ha estado presente en la historia de la humanidad. Y hoy día, aunque se habla de la transformación de la humanidad hacia supuestos niveles superiores de consciencia, la guerra, lejos de haber desaparecido, no solo sigue presente, se utiliza con nuevos misteriosos motivos ante sociedades confundidas. La hemos visto durante los últimos 35 años ya con esa popular actitud de “business as usual.” La utilizaron todos los presidentes de esa era y la gente recibiéndola como algo casi natural. A menos que fuera la de Trump.