
(CNN Español) – Las expectativas del Gobierno de Nicolás Maduro de ingresar a los BRICS se toparon con el inesperado veto de Brasil, que pidió dejar fuera a Venezuela de la lista de países que aspiraban a ser socios del bloque, una decisión que acentúa las tensiones entre ambos países y que deja a un antiguo aliado como un obstáculo para los intereses del chavismo.
El Gobierno de Lula da Silva, que buscó asumir en los últimos meses un rol de mediador en la crisis poselectoral en Venezuela, puso freno a las aspiraciones de Caracas de integrar la alianza económica, política y social, liderada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que, según su sitio web, busca mayor cooperación multilateral para hacer frente al orden mundial dominado por Estados Unidos y sus aliados.
La relación bilateral se deterioró rápidamente tras la votación del 28 de julio, en la que Maduro fue proclamado presidente sin la presentación de actas desglosadas por mesas y centros de votación. Desde entonces, Brasilia reclamó sin éxito por la publicación de esos documentos, y en septiembre fuerzas de seguridad de Venezuela rodearon la embajada de Argentina en Caracas, que está siendo representada por Brasil desde que el cuerpo diplomático argentino abandonó el país tras ser expulsados por el Gobierno de Maduro, y donde están seis opositores asilados. Este miércoles, Venezuela llamó a consultas al encargado de negocios de Brasil y a su embajador en Brasilia para manifestar rechazo por las declaraciones del asesor especial de asuntos exteriores brasileño, Celso Amorim, sobre los comicios de julio.