¿QUIEN ASESINÓ A CHARLIE KIRK?

Ricardo Valenzuela

BBC News - Muammar Gaddafi: How he died 

Para entender el asesinato de Charlie Kirk hay que partir del intento de asesinar a Trump y el de Gaddafi. El asesinato de Charlie ha causado una ola de consternación mundial que nadie se imaginara y, ante las declaraciones de su joven viuda que han cimbrado a ese mismo mundo, quiero exponer una serie de interrogantes que me han surgido. Porque creo que el asesinato no es lo que nos dicen y que rápidamente quedó resuelto. Pues me parece muy cómodo considerar fue un crimen de odio ejecutado por un chamaco programado, pero quedan cabos sueltos. 

En primer lugar, la eliminación de Charlie representa una gran victoria estratégica para las fuerzas infernales del Nuevo Orden Mundial. Es decir, no es simplemente la muerte de un muchacho idealista y soñador queriendo hacer su aportación para construir un mundo mejor. No, Charlie era una increíble fuerza que, inclusive, mostrara esa potencia en la elección pasada que hasta el mismo Trump ha reconocido. Era fuerza letal que se debía tratar, como definen los militares, con prejuicio extremo.

Es decir, con su asesinato tratan de eliminar la emergencia del nuevo potencial político, no del partido republicano, sino algo más peligroso, MAGA, la raíz de la verdadera fuerza y la protesta de los ciudadanos hartos de la complicidad de los dos partidos. Con especial mención de los RINOS y elementos como los Bush, Cheney, el exvicepresidente Pence y muchos otros como ejemplos de esa vergonzosa complicidad. Pero, sobre todo, MAGA que ha explotado por el impulso de un hombre como Trump que con sus acciones ha demostrado, que no es parte de ese cuerpo republicano que no se distingue de los demócratas. 

El ha sido la novedad foránea, el padre de MAGA, y Charlie era uno de los ejes de la nueva carreta que ha estado transportando todos los sueños incumplidos de los ciudadanos que se han sentido abandonados ante los verdugos y están hartos. Charlie era la cara de MAGA ante la juventud y el futuro del alma de la nación. Además, no era otro abanderado del “mucho ruido y pocas nueces.” No, era una fuerza sumamente efectiva y productiva que estaba logrando resultados impresionantes a la vista de todos y, sobre todo, como parte de MAGA, se plantaba un brillante futuro que espantaba a quienes tanto deseaban su muerte. 

Ahora, si analizamos la forma en que se ejecutó el asesinato, no es posible aceptar que un chamaco, sin ser experto francotirador, haya sido capaz de hacer un tiro tan certero para los propósitos de quienes ya lo identificaban como un gran peligro que se debía detener. Y aparecía la clásica administración del riesgo estilo Hillary Clinton. Después, fue muy conveniente para la investigación, primero, que el tirador apareciera a la vista en el lugar desde donde disparara. Una forma tan burda casi diciendo, “mírenme, aquí estoy.” Pues su presencia ya habia sido identificada en un edificio antes del disparo. 

Luego, la todavía más evidente forma de retirarse del lugar dejando el rifle en su ruta como diciendo, “aquí les dejo esta evidencia y sepan donde seguir.” La burda caminata antes y después de haber hecho el disparo, sabiendo que había cámaras gravando toda su trayectoria en la cual, de la misma forma, parecía gritar “aquí voy,” para que le cortaran huella con lo que pareciera una explosión de arrogancia ridícula de nuevo gritando, “aquí voy ya saben hacia donde me dirijo.” 

Así, aparece un proceso desarrollado por un asesino, no solo ausente de profesionalismo, sino de la burda ejecución de un novato cometiendo todas las faltas listadas en algún manual señalando un tirador inepto muy lejos de un profesional, pero, increíblemente, ejecutando un tiro como el mejor de los francotiradores profesionales. Un solo tiro de una precisión fatal que solo los expertos ejecutan. Esos tiradores que, al jalar el gatillo, aun cuando su blanco sea una figura tan importante frente a miles de espectadores, no los invade el nerviosismo ni temblor en las manos, y proceden con un solo tiro tan certero luciendo de campeonato mundial. 

Un tirador que luego tranquilamente camina a su casa y, sorpresa, su padre ya estaba enterado de su crimen. Y de inmediato lo convence de entregarse, el tirador acepta para juntos ir ante la policía y el padre solemnemente les dice, “aquí les traigo a este tirador que, por cierto, es mi hijo.” Asunto concluido y ya no hay nada más que hacer. Eso es algo que ni un niño pequeño podría creer, y pedía lo mismo debería hacer el FBI y demás participantes en una investigación que se asemeja a la del asesinato de Kennedy. Cuando tenían prisa para culpar Oswald, otro tirador profesional, por las presiones de Johnson y rápido cerrar el caso antes de que Oswald hablara y, para asegurarse, lo mataron. 

Me sorprende la actitud tan patriótica del padre que, sin titubear un solo instante, sin llevar a cabo una reflexión familiar para que emergiera la fuerza espiritual y enfrentar tal desgracia, pareciera fue un impulso que lo llevara a decidir, con cierta prisa, entregar a su hijo sabiendo lo que le esperaba pues él “había sido policía.” ¿Dónde estaba la madre amorosa?  

Y debo repetir, esto tiene las huellas de la administración de riesgo de los Clinton que han operado durante mucho tiempo dejando tumbas en donde les surgían problemas. La más importante sería la muerte del embajador americano en Libia donde, al igual que en Ucrania, se robarán el oro de los dos bancos centrales. Hillary describía Gadafi y Libia; “llegamos, vimos y lo matamos.” 

Y para cerrar con broche de oro, con el estilo maquiavélico que distingue a los demócratas, han empezado a surgir infinidad de sus mentiras con el objetivo de manchar la admirable vida de Charlie y se pregunta ¿con que propósito? Obviamente para aminorar la ola de indignación mundial que no esperaban, pensando que haciendo de Charlie un monstruo a semejanza de ellos, pueden evitar lo que el asesinato ha provocado, casi un proceso de canonización de Charlie que provoque lluvia en su fiesta. 

Y, curiosamente, el asesinato sucede cuando surgen fuertes rumores de los posibles arrestos de Obama, Soros, Biden, Hillary y muchos otros ¿Cuál sería la acusación? Traición a la patria incluyendo sus saqueos. ¿Cómo? Preguntaría un incrédulo, yo le respondería como el Churi, mayordomo de mi abuelo cuando le informara de mis cabalgatas nocturnas, “porque ese muchacho es muy templado y no se deja curar parado.”       

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