Hace unas semanas recibí una invitación de la Fundación Friederich Naumann a la ciudad de México, para dar una charla que se tituló: ¿Por qué México necesita de una democracia liberal? Al inicio de mi exposición, tendiendo la mesa para las ideas que me preparaba a servir, propuse definir el concepto liberal puesto que ha sido tan manoseado por el mundo, que en muchas partes lo han dejado inservible.
Después de explicar cómo en los EEUU el partido demócrata secuestró el término para definir su filosofía estatista totalmente opuesta al concepto original, pasar a la narración histórica de cómo en México Benito Juárez lo enturbiaba con su odio y persecución de la iglesia, Francisco Cosmes, ya impregnado del positivismo de Comte, lo bautizara como la Honorable Tiranía y entregarlo a Porfirio Díaz, fue que inicié describiendo mi visión del verdadero liberalismo.