Ricardo Valenzuela
En 1972 el
mundo asombrado atestiguaba algo verdaderamente histórico, la visita a China
del presidente de los EU Richard Nixon. Nadie hubiera imaginado la
trascendencia de este evento que le daría una nueva fisonomía al mundo. Los
enemigos más feroces durante el siglo 20 se daban la mano ante el asombro
internacional, que, 51 años después, serían causantes y protagonistas de
eventos en lo que luce como una tragedia de Shakespeare en manos de malos
actores.
En el atentado contra la vida de Trump han surgido evidencias claras de un plan con raíces profundas hacia el gobierno. Esto aporta a la ya clara idea de que el gobierno de EU está en manos criminales. Un grupo que parece haber adoptado el conocido sistema de administración de riesgo de los Clinton. Además, la gente ya se ha dado cuenta de la gran barrabasada de esos criminales, al haber instalado en la presidencia a un hombre que, ellos sabían perfectamente, ya estaba incapacitado ya no digamos para ser presidente, sino incapaz de valerse por sí mismo en sus necesidades personales básicas, algo verdaderamente cruel.