Ricardo Valenzuela
Cuando explotara la crisis financiera del 2006, siendo alguien de formación universitaria en negocios, economía y experiencia en la banca y los sistemas financieros internacionales, no podía entender la forma en la que el gobierno, como mago de circo, cada día sacaba del sombrero un nuevo rescate por cientos de billones de dólares y empecé a pensar que algo no solo no era lógico. Desafiaba todos los principios de las estructuras financieras inteligentes y responsables. Desde entonces decidí profundizar mi análisis y encontré un cuadro verdaderamente aterrador.
Durante el otoño de 2001, Catherine Austin Fitts, Subsecretaria del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) de los EU, en donde supervisaba inversiones billonarias del gobierno en comunidades pobres, atendía una conferencia privada de inversiones en Londres. Su presentación documentaba su experiencia y lo que ella había aprendido en esa sociedad entre Wall Street y Washington para:
.) Crear una fraudulenta burbuja financiera de vivienda y deuda;
.) Ilegalmente desviar vastas cantidades de capital fuera de EU;
.) Utilizar privatizaciones como una forma de piratería—pretexto para transferir activos del gobierno a inversionistas privados a precios más bajos del mercado, y después regresar al gobierno los pasivos privados sin costo para los responsables de haberlos provocado.
Presentes en esa conferencia estaban distinguidos periodistas que cubrían los programas de privatización en Europa Oriental y en Rusia. Cuando las pinturas de ancestros Británicos parecían observarlos, esos participantes escuchaban historia tras historia de las privatizaciones globales en América, Europa, y Asia durante los años 90. Tranquilamente, cuando las piezas se acomodaban una tras otra, todos ellos empezaron a compartir horrorosas epifanías: los bancos, corporaciones e inversionistas operando en cada región global eran los mismos. Era un grupo relativamente pequeño que aparecían y reaparecían en Rusia, Europa Oriental, y Asia acompañados por las mismas bien conocidas firmas de abogados y contadores. Era muy evidente que se había iniciado un coup d’etat financiero global.
La magnitud de lo que estaba sucediendo era increíble. En los años 90, millones de gentes en Rusia habían despertado para darse cuenta de que sus cuentas bancarias y sus fondos de pensiones simplemente habían desaparecido, erradicados por una moneda devaluada y por los robos de mafiosos que se dedicaban a lavar ese dinero para domiciliarlo en los bancos miembros del Fondo de la Reserva Federal de Nueva York, y luego ser reinvertidos para alimentar la burbuja de la deuda. Al final de la década, 170 millones de rusos que pertenecían a la clase media se unían al rango de los pobres. Toda la operación rusa de los 90s era un programa no registrado en los libros e iniciado por Gerald Corregan, Presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y vicepresidente del Comité Federal de Mercado Abierto, y George HW Bush. En 1991, cuando desaparecía la Unión Soviética, ellos provocaban que el mercado de bonos vibrara. Muy pocos entendieron lo que sucedía o simplemente no sabían, pero sería el programa clave de los años 90. En cierto momento estaban pagando 290% en papel a tres meses.
Cuando se disolvía la Unión Soviética, Rusia se sumergía en una era de caos, asaltos, robos, saqueos, saboteando cualquier línea de progreso científico. El colapso de las siguientes dos décadas sería más que un simple desplome financiero. Había sido un plan bien estructurado estableciendo a Rusia como el objetivo para destruir de parte los intereses depredadores financieros—ambos ubicados en La Ciudad de Londres y en Wall Street. El objetivo de esta agresión no era simplemente borrar a Rusia del mapa, sino la destrucción de la posibilidad de progreso científico que la cultura rusa había representado para toda la humanidad, aún bajo el sistema Soviético.
Para Rusia, y globalmente, esto ha sido un colapso físico, cultural, moral, e intelectual, de las capacidades de su población. Esto incluye la criminalización de toda una generación que, ante ello, no tenía otros medios de sobrevivir más que participar en la economía criminal que se (desparramó) alrededor del gran saqueo de los recursos naturales de Rusia que han sido ilegalmente enviados a Occidente. La juventud en lugar de desarrollar sus capacidades creativas, se orientaron a participar en ese masivo bajo mundo criminal. La privatización global fue de la mano con las cosechas al mayoreo arrebatando a la gente lo poco que tenían. Reportes de políticos, oficiales de gobiernos, académicos, y agencias de inteligencia, facilitando los asaltos y saqueos fueron difíciles de creer. Rusia se había estado des modernizando.
El modelo de negocio era el mismo en otras partes del mundo. Por ejemplo, el contratista del gobierno de EU liderando la estrategia de la guerra contra las drogas para US AID en Perú, Colombia, y Bolivia era el mismo contratista responsable del conocimiento administrativo para su cumplimento en HUD. Ellos fueron los mismos contratistas operando en Sudan, parte de la multitud del “Save Darfur” que provocó muerte, hambre, sufrimiento a millones en nombre de la justicia, democracia y el sistema de vida Americano. Son las mismas gentes que provocaron penalidades a 800 millones de gentes en la India en su iniciativa de “guerra contra el efectivo”. Este juego Washington-Wall Street fue global. Los campesinos de América Latina, la clase baja de la India, los invasores de tierras en Sudan, se levantaban en contra de los mismos piratas financieros y modelos de negocios que la gente del South Central Los Ángeles, el oeste de Filadelfia, Baltimore y el sur del Bronx.
La Sra. Fitts escribía:
.) Las vecindades en EU fueron invadidas por tráfico de narcóticos y fraudes financieros de parte de HUD, mientras sistemáticamente se trabajaba en aplicar el decomiso y guerra contra las drogas por equipos apoyados por DynCorp (contratista de guerra), generando ganancias para el Fondo de Harvard;
‘.) En América Latina las conductos para petróleo y gas, agua y otros activos fueron vendidos muy por debajo de su precio real a Enron y otros inversionistas multinacionales, mientras DynCorp ayudaba a los grupos militares de guerra contra las drogas a sacar a los campesinos de las tierras.
.) Los bancos rusos y los fondos de pensiones fueron vaciados por el crimen organizado y lavados a través de los bancos miembros del FED de Nueva York, mientras que Harvard, como asesor financiero, ayudaba a privatizar las compañías petroleras rusas entre los miembros de su fondo de inversión
.) El personal de DynCorp proporcionaban mantenimiento a la policía y aeronaves cuando estaban activos con las mafias locales en Europa Oriental, y practicaban la compraventa de niños y niñas como esclavos sexuales
.) 3.3 trillones de dólares desaparecieron del Departamento de Defensa y el Departamento de Vivienda en donde Lockheed, DynCorp, y AMS manejaban el sistema de computadoras y Harvard surtía empleados y contratos de servicios
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