Ricardo Valenzuela
Hace muchos años, decepcionado de los acontecimientos que me había tocado vivir en Mexico, decidí, no totalmente emigrar, sin compartir residencia entre Mexico y EU pensando que, sorbiendo la libertad de EU, podía tener ese incentivo que en Mexico nunca lo tuve. Sin embargo, durante ya tantos años, con profunda frustración he atestiguado la forma en que EU ha mantenido una ruta perdiendo la mayoría de sus libertades individuales, sociales y corporativas que lo habían hecho grande. Y, lo más frustrante, la gente no se ha dado cuenta o no le importa.
Y ante esta descarada agresión yo me di a la tarea de buscar pensadores que compartieran mi inquietud, para asegurarme yo no era el único y, sobre todo, que mis ideas eran las correctas después de haberlas llevado a cabo lo que llamo, un sistema de control de calidad al haber sido escudriñado por las mejores mentes libres. Ello me dio la oportunidad de conocer gente que me mostrara otras veredas para dirigirme a esa tan elusiva y atacada verdad. He aprendido mucho todos estos años lo que me llevaría, en 2005, a convertirme en uno de los soldados de Donald Trump a quien ya habia conocido en esta ciudad de Tucson en 1987.
Y el argumento mas grande que tengo para confirmar mi decisión fue la correcta, ha sido la sangrienta guerra que este hombre ha tenido que librar contra los demonios más feroces del infierno. Después, simplemente los resultados impresionantes que lograra en sus cuatro años como presidente y muy pocos conocen ni han querido conocer. Finalmente, ante el pavor de sus enemigos, la forma más descarada en que le robaran la elección para un segundo término. Pero nadie esperaba que, en lugar de aceptar su inmolación e irse a casa a cuidar nietos, podría regresar con más fuerza y, sobre todo, ya conociendo los trucos de estos demonios.
Y, en estos momentos, en un pais que realmente está siendo destruido mediante un plan premeditado y ordenado por esas fuerzas enemigas de la humanidad, la figura de Trump ha emergido con una fuerza incontenible. Y esas fuerzas que encabezan los oligarcas globales y han establecido su objetivo afirmando: “La nación estado como la unión fundamental en la organización de la vida del hombre ha dejado de ser su principal fuerza creativa. Ahora, los bancos internacionales y corporaciones multinacionales están planeando y actuando en términos mucho más avanzados que estos viejos conceptos nación-estado, hacia allá debemos ir e iremos”.
Y, ahora yo me adhiero a las afirmaciones de Bill Bennett que los demonios jamás permitirán el regreso de Trump. “Lo matarán antes que dejarlo ser presidente. Podría ser un republicano o un demócrata el que instiga a callarlo. No se sorprendan si Trump tiene un accidente. Muchas gentes ya están sumamente nerviosas: Barack Obama, los Clinton, los Biden, Soros por nombrar sólo algunos. Se trata de la dinámica impía entre el gran gobierno, las grandes empresas y los grandes medios de comunicación. Todos se benefician de los miles de millones de dólares de esta asociación, y a todos les conviene protegerse unos a otros. Es uno para todos y todos para uno”.
Y, no solo me adhiero, también estoy totalmente convencido de que nunca lo dejarán ocupar de nuevo la presidencia. Sin embargo, mi teoría es diferente. Es un hecho que planean algo desesperado, inclusive, la guerra de Ucrania es buena oportunidad de enviar tropas y luego declarar el Estado de Emergencia. Para ello tienen el arma más deformada, Federal Emergency Managment Agency. Algo que mi amigo Bill Cooper conocía muy bien pues era el único hombre ajeno al gobierno secreto que sabía bien lo que sucedía, tal vez por eso lo asesinarían el 2001.
El habia sido miembro de FEMA y también miembro de una unidad que esta siempre lista para activarse si hay algún evento que se califique como emergencia de seguridad nacional. Un gobierno secreto en espera. Y el pretexto para activarlo puede ser cualquier cosa. Solo se requiere que el presidente la califique exclusivamente a su criterio. De esa forma FEMA se convierte en gobierno de emergencia para implementar una serie de ordenes ejecutivas que ya existen, y tomar control de gobiernos locales, estatales y federal, para entonces suspender la constitución.
Los ideólogos que le dieran vida a estos planes de “contingencia” con su estado policiaco, fueron los miembros del Council of Foreing Relations y la Comision Trilateral de las cuales Biden es miembro. Y en los corredores de esas instituciones han quedado muy claras las huellas de Kissinger. Y quien lo plasmara por escrito fue el famoso Profesor Samuel Huntington cuando, en 1978, lo editara para entregarlo a Jimmy Carter y, como punto fundamental, la creación de FEMA y todo bordeando su idea de que democracia política y crecimiento económico agresivo eran obsoletos. Por eso ambos se debian de limitar y el gobierno necesitaba esa autoridad y las armas.
Estos poderes serían luego entregados a lo que, desde finales de la guerra, se iniciara como Grupo Majestic que, cuando el presidente Truman lo quiso cancelar, se rebelaron y continuaron con agendas diferentes. Lo primero que hicieron fue asegurar su fondeo y de inmediato controlaron el mercado de drogas en sociedad con Bush I y sus plataformas petroleras en el golfo de Mexico, después lograrían acuerdos para financiar sus proyectos negros como venta de armas, tráfico humano, lavado de dinero, asesinatos políticos. Les tenderían la mano los oligarcas europeos para controlar finalmente a EU, y así han estado operando los últimos 70 años.
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