EL ENEMIGO DE LA HUMANIDAD NO FUE MARX, ES EL MACHETERO

Ricardo Valenzuela

Mucho ante de la emergencia de quien nos han recetado como el gran enemigo de la humanidad, Karl Marx, el 1 de mayo de 1776, en la ciudad de Ingolstadt nacía la orden Illuminati engendrada por un judío ex jesuita y profesor de la Universidad de Bavaria llamado Adam Weishaupt. Una orden secreta integrada por la gran aristocracia del sureste de Bavaria. Weishaupt había sido masón grado 33 y decidió formar esa organización afirmando claro, para derribar las barreras existentes en las prácticas satánicas que estaban limitadas dentro de las tradiciones Masónicas y lo hacía revelando sus secretos masónicos y utilizando el misticismo islámico.

La palabra Illuminati se originaría como una dicotomía agnóstica entre la luz y las tinieblas. Para poder reclutar a los miembros de una sociedad secreta con perfil que deseaba y había ya identificado, era muy importante el anzuelo describiendo un objetivo supremo, filantrópico, inspirador, una herramienta en la persecución de un mundo globalizado para la redención de la humanidad. Y, como en algunas religiones, sus cimentos estarían formados por miembros ricos y poderosos con su declaración de principios: “Estimular una visión humana superior. Sembrar la virtud donde hubiera amenazas, opresión y el vicio. Promover el progreso basado solo en el mérito de la gente valiosa, alentar el beneficio de aquellos que se les negaba la luz de la educación.”

La habilidad de este satánico individuo era tal, que estuvo a punto de reclutar a Thomas Jefferson quien lo describía como un hombre filantrópico tratando de hacer el bien. Y para Jefferson Illuminati era una sociedad especial e inofensiva. Era entendible puesto que, el material que usaba para reclutar miembros engañados era tan efectivo que a un hombre del calibre de Jefferson lo hubiera motivado, pues ese mensaje especial ocultaba una tétrica realidad. Así se iniciaría un periodo de comunicaciones entre ellos. Poco después el Illuminati, con su estrategia de la destrucción de paises desde su interior, provocaba la revolución francesa y la caída del rey.

En la realidad de EU, el Estado Profundo del Illuminati, parecería un fenómeno reciente que había emergido con Obama. Sin embargo, es claro que Obama fue el multiplicador de un proceso que ya operaba. Obama lo llevaría hacia extremos que nunca se habían atestiguado, y procedía a infiltrar agentes en todos los esquemas del gobierno especialmente en oficinas de inteligencia y del departamento de justicia. Pero la historia no enseña que, desde los años 20, la familia Rockefeller estaba infiltrando infinidad de agentes comunistas en el gobierno de EU. Esos agentes que después señalaba McCarthy, lo que le costaría su carrera y muchos afirman que hasta su vida.

Para la gente ya programada, McCarthy era un loco que se debía combatir. Era entendible pues la guerra fría todavía no tomaba la dimensión que alcanzaría. Y, desde finales de la segunda guerra mundial, supuestamente, el capitalismo de EU habia emergido como el ganador y, para su coronación total, les daban herramientas con los acuerdos de Bretton Woods. Nadie se habia enterado que, en su vecino del sur, Mexico, ya se habia establecido la primera constitución Marxista del mundo, anterior a la de Rusia, cortesía de Leon Trotsky quien la habia creado residiendo en el DF. Y, lo verdaderamente increíble, se habia llevado a cabo por encargo del presidente Wilson en un largo proceso para convertir a Mexico al socialismo.

Nadie se habia enterado de ese evento que se iniciara en la embajada americana, liderado por su fatal diplomático Wilson, para derrocar a Porfirio Diaz al negarse a las exigencias de Taft de la creación del ejido y la destrucción de la iglesia católica. Así explotaría la revolucion coordinada por el embajador manipulando a sus líderes que no eran socialistas ni marxistas, para que concluyera con el esquema forzado y dictado por esa constitución de 1917. Y era ya muy claro que el comunismo era herramienta creada por el gran capital de los oligarcas como Rockefeller, JP Morgan, Rothschild, que ya se habían embarcado también para destruir el gobierno de EU, pues era vital para ellos sustituirlo preparando la avenida de un gobierno mundial.

Porque ellos se habían convertido en expertos para establecer gobiernos que permitieran esclavizar a la gente—esa gente que se moldeara para depender de los gobiernos y sobrevivir—ellos habían decidido que el comunismo era ese vehículo especial. Sabían que podían controlar gobiernos a través de sobornos, dinero, o temor, pero el control de las masas era algo difícil de lograr. Así, llegaban a la conclusión que la esclavitud era ideal, y eso es lo que han estado construyendo ya durante muchos años. Es decir, cuando alguien asesina a un semejante con un machete, el culpable no es el machete, sino el que lo usó para asesinar.

Así es que debemos repetir. El peor enemigo de la humanidad no fue Marx, él solo fabricó el machete. El peor enemigo de la humanidad han sido los que están usando ese afilado machete—no el comunismo, socialismo, marxismo, sino los oligarcas. La idea fue que, ellos, que inventan y dirigen la verdadera conspiración general de conquista mundial, podrían usar las diferencias entre esas elegantemente llamadas ideologías para dividir a grandes porciones de la raza humana en bandos opuestos, para luego armarlos y, después, ya con sus cerebros programados, provocar que se enfrenten y se destruyeran entre ellos. Y así llegar a recoger los despojos.             

Y el trabajo fino de quienes avanzan hacia la conquista mundial, es tener los mejores macheteros ciegos y listos para destruir. Pensaron que lo habían logrado con la Union Europea, pero, después de que ese machetero cumpliera 80 años, se han dado cuenta que con él jamás lograran la victoria total. Pero, sospechando se podrían encontrar con este fracaso, en la reserva como el gran finalista tendrían a EU en donde, después de años de preparación, decidían llevar a cabo la carga final. Para tal responsabilidad llegaban al palenque con un gallo tapado, Barak Obama, que debía dejar a la víctima, EU, lista para el tiro de gracia del peor verdugo, Hillary Clinton, quien debía recibir al comatoso y solo darle la extremaunción.  

Pero no habían contado con un imprevisto, se les aparecía la reencarnación de una mezcla de Andrew Jackson y George Patton, Donald Trump, para librar la última batalla que ya se ha iniciado.