MITOLOGIA PARA LA REALIDAD (PRIMERA PARTE)

Ricardo Valenzuela

 

Hace unos meses, me contactaba alguien que por algún tiempo había leído mis notas acerca de la eterna lucha entre dos fuerzas para controlar los destinos de la humanidad. Y, me sorprendía cuando me ofrecía enviar algo escrito por uno de esos intelectuales profundos, solitarios, sin aspiraciones gloriosas, como la versión mitológica describiendo esa lucha a la cual yo tanto me habia referido. Después de calibrar lo debido y no fuera algo trivial, acepté me enviara tal aventura literaria la que, puedo afirmar, ha sido una experiencia única. 

Mitología para formar realidades. 

Spinoza y Leibniz habían establecido una gran conexión que ya se consideraba especial. El filósofo y matemático alemán llegaba a casa de Spinoza algo desconcertado por la extraña solicitud de su amigo. Spinoza lo recibía nervioso para informarle que hacía unos dias un desconocido aparecía en su casa para, sin mayores explicaciones, entregarle un cofre en el cual encontraría un pergamino firmado por Leonardo da Vinci, un instrumento similar a un dispositivo óptico, y un espejo de metal.

 Da Vinci le informaba a Spinoza que coincidía con su idea que Dios era la naturaleza. Que en sus investigaciones habia descubierto que el cuerpo humano se regia por los mismos principios que rigen el universo, por lo que, el ser humano tenia el potencial para unirse a la divina operación de ese universo, pero, por su ignorancia, lo desconocía y lo paralizaba. Había también diagramas similares a los de Spinoza. Encontraba mucha información en clave por el peligro que representaba ante una fuerza ya activada para evitar el desarrollo de la humanidad.

 Spinoza afirmaba sentir que ese genio le hablaba al oído con palabras de corte celestial. Le decía a Leibniz que con prisa habia salido a su jardín con el instrumento y lo apuntaba hacia el universo. De inmediato comenzó a ver las estrellas se movían y emanaban luces especiales. En su visión aparecía Leonardo de Vinci y le decía: “Baruch, ahora que puedes verme quiero decirte que acuerdo contigo, si Dios es naturaleza, el tiempo sigue ecuaciones geométricas igual que el espacio. Tiempo es otra dimensión del espacio en el círculo celestial de la eternidad.

 Estando de acuerdo contigo, te quiero decir en tus investigaciones falta la conexión de la mente individual con la mente universal, la clave especial y el gran secreto. De repente estaba en un infinito espacio lleno de ecuaciones y formas geométricas que representan ese gran todo que nadie entiende. Le mostraba el mecanismo que le da forma a los sentimientos para coordinarse con todo el universo y de esa coordinación dependen las acciones de los seres humanos buenas y malas.

 Continuaba; la geometría divina es la que provoca eventos que la ignorancia define como magia, hechicería, milagros o todo lo que se utiliza para explicar lo que se considera imposible. Así Spinoza era invadido por una fuerza que lo llevaría a un trance para empezar a escribir explosivamente sin detenerse, cuando brotaban ideas en un manantial de sabiduria. Luego, se daba cuenta estaba en una gran biblioteca y veía un hombre también escribiendo y, al verlo, le sonreía para decirle, soy Jordano Bruno a quien, supuestamente ejecutaron por mis ideas, pero, no ejecutaron mi mente. Le dice que, la noche antes de su ejecución, le habían hecho llegar un dispositivo como el suyo.

 Le informa él había predicado la liberación de la humanidad se logra al encontrar la mente de Dios, y era el gran peligro para esas sociedades diabólicas que, también habían penetrado esos espacios de sabiduria, pero lo utilizaban para mantener cautiva y oprimida la humanidad, por eso hacen lo imposible para que nosotros fallemos. Le decía, también, que se habia formado una sociedad de guardianes del presente, del pasado y del futuro para combatirlos. Y cerraba afirmándole, tu eres una importante pieza por eso tratan de destruir tu obra con asesinos operando en la oscuridad, pero, tienes quien te puede ayudar.

 Spinoza se daba cuenta del peligro y procedería a crear algo en donde pudiera ocultar todos sus descubrimientos. De esa forma, si algo sucedía, podría dejarlos como herencia a un futuro, pero, todo en forma de claves y símbolos solo fueran entendibles para los guardianes. Spinoza después conocería a John Locke quien, como el gran abanderado de la libertad en Inglaterra, de inmediato aceptaba ser miembro del grupo que estaban formando

 Habían ya protegido las verdades reveladas. Pero el dispositivo iniciaba una vibración irregular y se escucharía una voz, “es tiempo de que conozcan al gran guardián.” De repente estaban en un laboratorio de paredes transparentes y aparecía una figura nebulosa y les decía con ecuaciones, este es el Núcleo. Yo soy el resultado de una larga evolución del hombre para alcanzar la versión celestial con la ecuación divina para establecer la comunicación humana con la divina. Quien la entienda formará parte de la sinfonía final del desarrollo que yo logré.

 Le informaba y lo prevenia del El Determinismo Racional de una demoniaca organización de seres que quieren seguir esclavizando a la humanidad y van contra ustedes. Al regresar a la realidad se daba cuenta ya habían iniciado sus ataques, sus miembros se mostraban claramente bloqueados, habían infiltrado sus archivos de conocimiento. Spinoza formaba la “Capsula Temporal” para proteger los más importantes, con una Secuencia de activación para, si los detenían, fueran recibidos por alguien en el futuro y continuara su obra. Ya sus enemigos usaban su información para manipularla.

 Spinoza ya en la realidad fuera del trance, se daba cuenta habían penetrado su casa robando sus documentos. El Cofre habia sido violado y contenía una nota. “Lamentamos esto, pero, sus descubrimientos son mentiras y los estaremos modificando a nuestras ideas especiales para controlar una humanidad de bestias primitivas”. De los siete miembros, cinco se retiraban. Leibniz sufriría lo mismo y se desanimaba.

 Sin embargo, la única mujer que fuera miembro y huyera sido reclutada por los enemigos. Se daba cuenta de lo que pretendían y huye. Aparecería luego arrepentida ante Spinoza y le informa de todo lo que habia atestiguado en la guarida demoniaca. Así, ambos se preparaban para repeler el ataque.