Ricardo Valenzuela
El gran Charles Krauthammer, en medio de una euforia global por la elección de Obama, en una cena privada dirigía un mensaje advirtiendo el verdadero peligro que este misterioso hombre representaba. La advertencia era larga por lo que solo incluyo los primeros párrafos que, al leerlos, me causaron un estremecimiento y la visión de lo que este hombre pretendía. “De forma agresiva destruir todo lo que representaba EU.” Un proyecto que se iniciaría con Obama, obviamente, después de prepararle el terreno con la crisis de las hipotecas siguiendo la política del fatal Ron Enmanuel de “nunca hay que desperdiciar una buena crisis.”
Charles Krauthammer afirmaba: “El Sr. Obama es una persona seductora y de gran carisma. No debería subestimarse. Es un hombre que no muestra sus emociones. Es muy difícil saber qué se esconde tras la máscara. Obama tiene habilidades políticas comparables a las de Reagan y Bill Clinton. Tiene una forma de hacerte creer que está de tu lado mientras que hace lo contrario. ¡No hay que prestar atención a lo que dice; ¡más bien, hay que observar lo que hace!”
“Obama tiene una sed despiadada de poder y la habilidad para conseguirlo sin que se pueda detener. No llegó a Washington solo para para saborear su triunfo, llegó para agresivamente cambiar totalmente la configuración del país y, de forma especial, incluirá el desmantelamiento total del capitalismo pues él es marxista consolidado. Tiene mano dura y pretende igualar todas las reglas del juego con la redistribución del ingreso castigando a todos los que han alcanzado el éxito.”
“Obama no se ve solo como presidente de Estados Unidos, sino como el gran gobernante del mundo. Con misteriosos aliados, intentará orquestar y coordinar las agendas globales de los Rothschild. Ve a Estados Unidos como una nación imperialista que ha sido arrogante, en lugar de una gran nación noble que a veces ha cometido errores. ¡Es el primer presidente que ha reprendido a nuestros aliados y fortalecido a nuestros enemigos con sus abiertas lisonjas!”
Durante sus ocho años en la presidencia, ante la ceguera mundial, denunciamos la forma en que subvertía los cimientos de EU y cambiaba su fisonomía, pero nadie escucharía. Logró expulsar a Trump de la Casa Blanca con el robo descarado de la elección de 2020. Pero, siguiendo órdenes, sus mercenarios no pudieron evitar su regreso y, luego de un intento de su asesinato, llegaría más seguro de su misión de rescate del pais y exhibir a los causantes de su destrucción. Por eso trataron de asesinarlo. Estos primeros meses han sido para viajar a los interiores de la bestia para conocerla, evaluarla y después actuar.
Para caminar sin tropiezos, Trump le encargó a la secretaria Tulsi Gabbar coordinar una investigación con la que, con pasos de gato, había llevado a cabo el fiscal especial John Durham, para encontrar la infinidad de crímenes cometidos en las administraciones de Obama y Biden. Los informes de estas investigaciones que han emergido son verdaderamente horrorosos. Todo lo que nosotros habíamos señalado, no alcanza siquiera a exponer la punta de un gigantesco iceberg que, hasta mí, que me calificaron de fascista exagerado, me ha tomado tiempo convencerme de que es la realidad.
Todos mis señalamientos, por los cuales casi me linchan, ahora lucen como tibias quejas ante una realidad difícil de calificar. Desde la famosa intervención de Rusia en la primera elección para darle el triunfo a Trump, pasando por la participación de todas las oficinas de inteligencia para derrocar un presidente electo, hasta la forma en que Soros ha estado recibiendo billones de dolares para esa causa. Un memo recuperado de Hillary Clinton dirigido a sus rufianes claramente enlista las acciones a ejecutar para destruir a Trump. La sociedad de Bill Clinton con la Fiscal de Obama con el mismo objetivo.
Evidencias irrefutables de la forma en que se permitió el asesinato del embajador americano en Bengasi, cuando la secretaria Clinton detuviera la ayuda solicitada. La participación del FBI, el Departamento de Justicia, la CIA, la NSA en un bien coordinado plan, incluyendo a Soros, ejecutando acciones que alcanzan el nivel de traición a la patria, tratando de socavar la presidencia de Trump. La forma en que estaban actuando sicarios como Brennan, Bolton, James Comey, los dos secretarios de Justicia de Trump para lo mismo, derrocar un presidente, en un claro caso de Traición.
Los billones de dolares ordeñados de USAID enviados a Soros quien coordinaba muchas de esas acciones. Es decir, dinero del gobierno de EU para derrocarlo. La mano de todos ellos en los conflictos de Ucrania, Macedonia, el medio oriente, Venezuela, Brasil. Billones de dolares para financiar la revolución rosa, naranja, tricolor de Soros, lo mismo que actividades del narcotráfico en Sudamérica. La bella coordinación de la CIA, el FBI, la NSA, el DHS, el Departamento de Justicia para la destrucción.
Se ha develado con nítida claridad, la forma en que, con dinero de los ciudadanos, USAID ha sido utilizado para ejecutar la diabólica agenda de Soros. Dinero complementado por fundaciones como la de Bill Gates, circulado después que la fundación recibiera fondos del mismo gobierno. Dinero que Soros utilizó para llevar a la presidencia de Mexico al Peje, que le redituaría la invasión de EU con 12 millones de inmigrantes ilegales prácticamente de todo el mundo, pero avanzando a través de Mexico. El mismo plan que ejecutaría en Europa con la invasión de millones de inmigrantes de Africa y el Medio Oriente.
Ahora, la participación de Musk con su auditoria permanente, le sirvió a Trump una realidad verdaderamente horrorosa. Trillones de dolares desapareciendo en todas las oficinas del gobierno federal, incluyendo los fondos del Seguro Social y del Departamento de Defensa en sociedad con el Complexo Militar Industrial. Por lo que Soros, el mayor recipiente de esos dineros, de inmediato enviaría sus mercenarios a destruir infinidad de agencias distribuidora de los autos Tesla por todo el mundo provocando la salida de Musk.
Algunos inquietos señalan la pasividad de Trump, especialmente en Venezuela, pero no se engañen, como buen comandante, antes de iniciar acciones debe estudiar bien el campo de batalla. Pero lo que, si puedo asegurar, es que su ofensiva se iniciará muy pronto pues ya conoce bien el calibre del enemigo. No se sorprendan de ver a Obama, Hillary Clinton y otros en prisión.
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