Ricardo Valenzuela
El gran Charles Krauthammer, en medio de una euforia global por la elección de Obama, en una cena privada dirigía un mensaje advirtiendo el verdadero peligro que este misterioso hombre representaba. La advertencia era larga por lo que solo incluyo los primeros párrafos que, al leerlos, me causaron un estremecimiento y la visión de lo que este hombre pretendía. “De forma agresiva destruir todo lo que representaba EU.” Un proyecto que se iniciaría con Obama, obviamente, después de prepararle el terreno con la crisis de las hipotecas siguiendo la política del fatal Ron Enmanuel de “nunca hay que desperdiciar una buena crisis.”
Charles Krauthammer afirmaba: “El Sr. Obama es una persona seductora y de gran carisma. No debería subestimarse. Es un hombre que no muestra sus emociones. Es muy difícil saber qué se esconde tras la máscara. Obama tiene habilidades políticas comparables a las de Reagan y Bill Clinton. Tiene una forma de hacerte creer que está de tu lado mientras que hace lo contrario. ¡No hay que prestar atención a lo que dice; ¡más bien, hay que observar lo que hace!”