Ricardo Valenzuela
Hoy siento debo repetir las palabras de Roosevelt después del ataque japonés en Pearl Harbor. El día de ayer será una fecha que se recordará porque se cometió una gran infamia. Fue cobardemente asesinado Charlie Kirk, un joven de 31 años, esposo que deja, además de una joven mujer viuda, dos pequeños niños huérfanos. Un muchacho que se había convertido en el peregrino de las ideas de libertad, especialmente entre la juventud, a la cual se dirigía ayer en una universidad en Utah cuando un francotirador lo despojara de su vida.
No fue el clásico loco solitario que simplemente aparece frente a su víctima para quitarle la vida. No, fue un francotirador profesional apostado lejos de donde Charlie aparecía llevando su evangelio de la libertad. Un cobarde asesinato frente a cientos de estudiantes que participaban en el evento, que los ha dejado con una imagen que los acompañará durante toda su vida. Y, debo preguntar ¿Cuál fue el pecado de Charlie que mereciera le quitaran la vida? Y no encuentro una respuesta lógica.
Y, si a su ejecución le sumamos el intento de asesinato a Trump de hace un año, nos muestra una aberrante realidad. Nos muestra la verdadera cara del partido demócrata donde, algunos de sus miembros, ya celebran el evento y, para variar, de inmediato tratan de culpar a Trump en medio de su cobarde hipocresia. Un partido que ha sido tomado por esas fuerzas oscuras que, cuando enfrentan el peligro de alguien que nunca hubiera absorbido sus falsedades y, sin temerlos, los enfrenta con esas poderosas armas en el campo de las ideas, lo asesinan.
Porque las ideas de Charlie fluían armadas con la verdad, la libertad, la justicia y la razón. Porque él, como Sócrates, estaba dispuesto para arriesgar la vida por ellas. Y cuando esas fuerzas diabólicas sienten están siendo derrotados en el campo de batalla, simplemente deciden asesinarlos pensando que, esa cobardía, les deberá garantizar, no solo sobrevivir, sino seguir avanzando sus planes para destruir lo que ellos odian, la verdad, la libertad, lo bello, lo justo, lo moral.
Este asesinato, está demostrando que tan profundo han penetrado esos demonios en la conciencia de los ciudadanos de los EU, y tranquilos ya sin ese peligro, seguir avanzando esa gangrena que muestra su diabólico avance. Esa pudrición tan clara que ya ha penetrado el tejido de la sociedad. Esa fuerza oscura que ya ha destruido buena parte de los cimientos sobre los cuales este país se había construido. El país que, en su momento, se había etiquetado como el milagro del siglo 19 buscando su destino manifiesto, destino para llegar a iluminar al mundo entero.
Es claro que la advertencia de Tocqueville se está cumpliendo cuando afirmara: “EU es un pais rico, prospero, libre, porque ha sido impulsado por hombres morales amantes de la libertad. Pero, si algún día pierde esa moralidad, de inmediato iniciará también la pérdida de su prosperidad y de su libertad.” Así, veremos ya ha muerto el ideal de Adams. “Nuestra Constitución fue escrita sólo para un pueblo moral y religioso. Es totalmente inadecuada para el gobierno de cualquier otro.”
Y esta triste realidad, ante la ceguera de tantos, se ha estado construyendo durante mucho tiempo, no solo sin que hubiera alguien que la detuviera, sino que han sumado a las filas de la destrucción a los dos partidos en diferentes medidas. Su penetración ha sido tan profunda que los ciudadanos, perdiendo su libertad, llevaron a un marxista a la presidencia para darle velocidad a la subyugación. Tanto, que permitieron que les robaran la elección del 2020. Que permitieran a un hombre invadido de demencia senil ocupara la presidencia.
Y de la misma forma que explicara Churchill se habia decidido no informar el ocultismo de los nazis. Y en los juicios de Nuremberg tampoco se identificó la naturaleza diabólica que operaba usando la fachada del Socialismo Nacional. Aun cuando Hitler afirmara; “Cualquiera que interprete nazismo solo como un movimiento político no tiene idea de la realidad. Es algo más que una religión, es la determinación para crear un hombre nuevo.” Era un control mental de una potencia nunca vista.
Charlie Kirk insistentemente trataba de mostrar la forma en que se habia programado la sociedad de EU. Cómo en el país nacído en medio de una desconocida realidad en libertad, ahora le daba vida al wokkismo con su putrefacta filosofía, a decenas de Generales Trans en las fuerzas militares, a políticos tan despreciables como la Pelosi, a los verdugos de California. Le dieran manos libres a Soros para la destrucción en donde su plato especial fueron los 12 millones de ilegales penetrando EU. Cómo fue que se permitió el saqueo de trillones de dolares en USAID.
Para él y unos cuantos más, era claro los americanos habían sido programados por un grupo que tomara control del gobierno. Ya no importaba fuera demócrata o republicano. Se había dado cuenta el objetivo de esas fuerzas no era marxismo. Lo que ellos pretenden es construir el Cuarto Reich utilizando su elegante nombre, Nuevo Orden Mundial. Por eso, a sangre y fuego han eliminado obstáculos que realmente llegan a representar peligros. Y la jornada de Charlie llevando su evangelio a la juventud, había sido tan exitosa que ya presentaba ese peligro latente.
Y algo todavía algo más importante que ellos siempre han temido y agredido, como lo señalaba Tocqueville, era la moralidad de la sociedad. Decidían atacar las instituciones que la representaban. Matrimonio, familia, religión, escuelas, que históricamente la habían preservado y servían como baluartes contra la degeneración moral, y las estaban destruyendo. Y, han llegado a niveles como informa David Icke, quieren eliminar la masculinidad en su mundo Trans.
Charlie, tomaba la defensa de moralidad como el gran propósito de su vida, pero, además, con todo el apoyo del gobierno de Trump. Uno de sus blancos a destruir, era el Humanismo Secular que promueve la expulsión de Dios y la religión de nuestras vidas. Charlie se enfrentaba a las ideas de Quigley, profesor de Bill Clinton. El manual para controlar la libertad general y, en especial, libertad de elegir, que se debian de enumerar desde nuestro nacimiento, seguido por la educación, el ejército, en el gobierno, en salud, hasta sus beneficios de retiro.
Era tan grande el propósito de Charlie que complementaba con su inteligencia, valor, su inagotable energía y capacidad de logro. Que habría sido demasiado peligro dejarlo avanzar.
Gracias Charlie y tu lucha sigue.
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