TALIBERTARIOS AL GRITO DE GUERRA IV

Ricardo Valenzuela

 William F. Buckley Lived Off Evil As Mold Lives Off Garbage | The Nation

Para agregar otro remache al cuadro que nos ayude con esas indescifrables conductas, más difíciles de entender que las pinturas que dejaran los neandertales en sus cavernas, debemos de pasar a la búsqueda del misterioso origen de mentes de esa naturaleza, la de los talibertarios. Desde los presocráticos, grandes filósofos han definido al cuerpo humano como una creación que opera en un campo electromagnético universal como el receptor. Y, cuando se contamina la conexión, se contamina todo el ser humano.

Y uno de los altos costos de la tecnología, es la factura que representa, como lo avalara el gran Tesla, el haber podido desconectar al ser humano del ritmo de la vibración del universo. Y esa desconexión, utilizando esa nueva tecnología, ha provocado la toma de control de sus conductas convenientes para los aspirantes a ser amos del mundo. Así, logran lo que se conoce como la pérdida de su resonancia global. Porque el cerebro humano opera a base de vibraciones magnéticas impulsadas con los mensajes que recibe, para así provocar conductas positivas o negativas.

Desde el inicio del siglo XX, los alemanes habían desarrollado psicología y psiquiatría para aplicaciones de la guerra, inclusive, exploraban prácticas ocultas. En una publicación titulada, “Rule by Secrecy,” afirmaba la segunda guerra mundial fue resultado del enfrentamiento entre sociedades ocultas de los ricos empresarios en ambos lados del Atlántico. Eventualmente, esos enfrentamientos explotarían el estado de guerra que consumiría al mundo. El mismo Hitler lo expresaría: “Cualquiera que interprete el nazismo solo como un movimiento político no tiene la menor idea. Porque es más que una religión, es un proceso hacia la creación de un hombre nuevo.”

El investigador nazi Nicholas Goodrick en su obra,” Las Raíces Ocultas del Nazismo,” afirmaba que el poder motivador de los ocultistas alrededor de Hitler era caracterizado como una entidad desencarnada, una élite mágica en alguna época remota o lugar lejano, con la que los nazis estaban en contacto. De esa fuente nacería un potaje diabólico con participación de las ideas de Darwin, luego en concepto de Eugenics, esterilización, dando a la psiquiatría una fuerza especial. 

En 1930 el Dr. Ernest Rudin, uno de sus abanderados, viajaba a Washington para presentar su obra. “La Importancia de Eugenics y Genética en Higiene Mental.” Un trabajo bien recibido por el auditorio americano, especialmente por los globalistas que, finalmente, abrazarían los puntos de vista racistas y elitistas de los filósofos alemanes nazis. Nacía en ellos un interés especial en la ciencia, la psicología social de guerra, acompañado por Eugenics, estudio científico de la creación selectiva para mejorar la composición de las poblaciones. 

Raza y genética siempre sería punto neurálgico para los nazis. Ahora sería también para las familias que controlaban ya EU. 

En 1937, John D Rockefeller y su hijo, John D Rockefeller Jr, no solo habían construido un imperio petrolero monopólico, habían establecido instituciones como la Universidad de Chicago, Instituto Rockefeller de Investigación Médica, Universidad Rockefeller en Nueva York, General Board of Education, Rockefeller Fundation, Lincoln School. Todas instituciones preparando su ruta hacia el control de los campos de medicina, farmacéutica y, sobre todo, educación. Pero, de forma especial también estaban interesados en Eugenics, la selección genética. 

En el campo de la educación ya tenían la competencia generada en la Universidad de Yale, donde había nacido la organización secreta llamada Skull & Bones, que emergería con inspiración de la misma fuente del nazismo en Bavaria, ahora en EU. Una secta que fuera conocida como la escuela de presidentes, entre ellos Taft, quien, después que Porfirio Diaz rechazara sus exigencias en 1909, de inmediato activaría la revolucion cuyo primer logro sería la Constitución de 1917, la primera constitución marxista del mundo, anterior, inclusive, a la de Rusia.    

Skull & Bones, nacía al regreso a EU de dos estudiantes que habían acudido a una universidad alemana y volvían cargando la filosofía hegeliana que el autor, Antony Sutton, la identifica con el apendejamiento de la sociedad de EU. Una filosofía totalmente opuesta al liberalismo clásico donde el Estado debería subordinarse al individuo. Pero, en el hegelianismo, como en el marxismo, el Estado era supremo y el individuo existía solo para servir a ese Estado. Otros miembros de Skull & Bones serían los Bush I y II, lo mismo que el padre y abuelo de ambos, Prescott Bush, socio de Hitler. 

William F. Buckley Jr. sería el primer miembro renegado de esa secta, a quien tuve el placer de conocer a inicios de los 90s. Buckley fue el intelectual de política más importante de los EU en los últimos 70 años, de acuerdo con George H. Nash, un historiador del movimiento conservador moderno de EU. Buckley, hombre de facetas admirables, en 1943 acudiría como estudiante a la UNAM en Mexico. Esa aventura le provocara llegar a conocer el enfermo entarimado de la política mexicana.

El principal logro intelectual de Buckley fue fusionar el conservadurismo político de EU con el liberalismo económico tradicional, el trasfondo de las ideas del candidato presidencial de EU, Barry Goldwater. Un hombre que en su paso por esa ola de poder fuera miembro de la CIA. El fue quien me sonara la primera alarma ante el proceso socialista que ya habia iniciado EU y, sobre todo, ante mi euforia con los cambios de Salinas en Mexico, me advirtiera no cantar victoria pues habia muchas fuerzas que él pensaba lo detendrían. 

Con su guía, entendí el plan de la sociedad oligárquica para controlar la mente colectiva de EU. Los Rockefeller ampliarían sus herramientas con el Council of Foreing Relations, la Comision Trilateral, dejando en libertad a los gritones talibertarios, mientras ellos, con su tecnocracia saqueaban a EU para construir la nueva China y la UE. Mientras los talibertarios gritaban, ellos tomaban control total de la educación en EU, incluyendo sindicatos marxistas de maestros. Mientras talibertarios se enredaban en su bandera, ellos establecían a Obama y Biden. 

Mientras los talibertarios siguen gritando, ignoran las voces de los verdaderos como Alex Chafuen y otros que siguen su ejemplo. No gritan histéricos, pero con gran puntería y valor denuncian situaciones verdaderamente peligrosas. Sin miedo denuncian los crímenes de Soros, los aciertos de Trump, un oficio peligroso en este averiado EU. Ellos son los que admiro y respeto.   

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