Ricardo Valenzuela
Cuando los EU, ya un país herido y sangrante cabalgara sobre la segunda década del nuevo siglo 21, solamente la aparición de un loco como Donald Trump provocaría un medio despertar que nos mostraba solo la punta de un gigantesco iceberg. El monstruo que estaba ya lo estaba destruyendo. Y, habiendo sorprendido con su elección, se le daría etiqueta de mortal enemigo que se debía eliminar. Conocemos bien el desenlace de su primera aventura con lo que sus enemigos celebrarían haberlo neutralizado. Así, libremente proseguían a la consolidacion de su plan esclavizante con su monigote.
Pero, la primera aparición de Trump, entre otras cosas, habia provocado que un buen segmento de la población se diera cuenta de esa realidad de su país caminando hacia su destrucción. Trump había logrado que viéramos el futuro de EU en el espejo de la Union Europea. Una horrible creación del globalismo hacia lo que los verdaderos expertos llaman el 4th Reich. Una poderosa fuerza que durante ya muchos años se habia desarrollado reclutando sus soldados especiales para, ya programados, fueran los ejecutores de su ambicioso plan de un gobierno mundial indoctrinados con la ilusión de una Incestuosa Sociedad Secreta casi celestial.