Ricardo Valenzuela
Para seguir
navegando sobre el océano de esta aventura de confusiones capitalistas y
etiquetas falsas, debemos de partir de la consideración y seguridad de que
China no es capitalista, pero sí la podemos calificar de Tecnocracia con un
gobierno realmente solicitado por los trilateristas Kissinger y Brzezinski. Un
especie de gobierno maquilador, pero siempre dependiente de su matriz que le
envía las ordenes de producción.
Pero ¡cuidado! Porque se puede convertir en algo similar a ese periodo en Alemania que, con el esquema de Hitler, progresara económicamente lo suficiente para que su creador decidiera ya no seguir las ordenes de sus agentes, y se diera a la formación de su propia orquesta. El nazismo había sido tan exitoso en lo económico y en lo científico que, para continuar el plan original, sus financieros tuvieron que destruirlo antes que el nazismo los destruyera a ellos. Pero, ese nazismo sobreviviría ante la sorpresa del mundo.