Ricardo Valenzuela
Desde que tengo uso de razón he sido acusado, no de un pecado, sino lo calificado como perder el tiempo. Se me colgaba la culpa de pensar puras pendejadas. Pero, esa supuesta mala conducta me ha permitido conocer rincones donde solo penetra la imaginación, tal vez inspirado por la famosa frase de Einstein; “es mejor tener imaginación que conocimientos.” Y, además, iniciaría un idilio con la soledad tan indispensable para el cabalgar de la mente, y me creaba la actitud de un cuestionamiento permanente prácticamente de todo. Pero, siempre tratando de encontrar respuestas.
Ya como adulto habia algo que llamaba mi atención. Al acudir a la historia veía un mundo que siempre ha estado en guerra y, lo mas impactante, con el tiempo se hacía de la guerra una profesión loable e indispensable. Algo que nunca había podido entender, esta actividad que solo en EU requiere de un presupuesto de un trillón de dolares. Y tratando de entenderlo, me daría cuenta de que el mundo nunca había estado en paz y constantemente surgían graves situaciones que me daban la impresión de no solo ser permitidas, sino que eran fabricadas.