¿MAQUIAVELO TENÍA RAZÓN?

 Ricardo Valenzuela

 

“El 99% de la gente en el mundo son pendejos y nosotros, el resto, estamos en gran peligro de contagiarnos.”

                                         T Wilder 

Desde el inicio de la historia podemos identificarla como un eterno enfrentamiento de la fuerza contra la libertad. Un choque de diferentes magnitudes, pero, con una clara tendencia en la que podemos ver que la fuerza con pasos firmes ha ido conquistando lo que siempre le ha apetecido, la voluntad de los seres humanos impulsada por ese deseo primitivo de opresión. Una humanidad que siempre ha estado en guerra en lo que pareciera ser una adicción incurable en un teatro en el que, tradicionalmente, han emergido supuestamente los mejores. 

Sin embargo, por infinidad de razones, el mundo en estos momentos pareciera mostrar lo contrario. El mundo está sufriendo una ausencia total de los lideres que urgentemente se requiere ante un caos global. Y, por lo contrario, ocupando el liderazgo de paises y organizaciones que, producto de sus cadenas monopólicas, son la causa de nuestro infierno global. Son muchas las clasificaciones que podemos considerar, pero, en el caso que nos ocupa, quisiera exponer las causas que lo han permitido.

Porque, la más trágica de esas causas es que después de tantos siglos el esfuerzo de los que representan la fuerza, han logrado el objetivo siempre perseguido, el apendejamiento de las sociedades que se han permitido. En la cinta mexicana, La Ley de Herodes, hay una escena inspiradora. Un ministro revisaba expedientes de los candidatos para ocupar una alcaldía. Su secretario le va leyendo las cualidades de varios que el ministro rechazaba. De repente, toma un expediente y dice no, este no. El ministro pregunta ¿Por qué no? Le responde, porque es muy pendejo. El ministro de inmediato le dice, este es el que necesitamos. 

Aunque nos parezca algo simpático y cause risa, es algo que desgraciadamente nos muestra esa verdad. Uno de los requisitos más importantes para el servicio público, es ser pillo pendejo. Para tener un mejor entendimiento debemos recurrir a las sabias afirmaciones de Maquiavelo para darnos cuenta de que, ese criterio es el que se ha provocado la política en manos, no solo de pendejos, sino de los criminales que han llegado al liderazgo que la masa de pendejos lo ha permitido y los eleven al olimpo de los dioses, para permitirles dicten los destinos de la humanidad. Por esa importante razón que señala Maquiavelo, los pendejos. 

Una multitud de sociedades que durante siglos han estado moldeando la constitución de las diferentes clases de pendejos. Y, como afirmaba Facundo Cabral, son tantos que eligen presidentes, son tantos que eligen presidentes pendejos con sus diferentes clases. El optimista que no sabe es pendejo, el pesimista que piensa él es el único pendejo. Y hay una clase de pendejos especiales, esos que afirman ser libertarios, pero, con el primer contrato conseguido con gobiernos criminales como el de Mexico, de inmediato se deshacen de ese estorbo. 

 Maquiavelo no era moralista y solo se dedicaría a observar este circo para darse cuenta de la gran utilidad que representan los pendejos siempre controlados por esa fuerza y su grito de batalla; “el fin justifica los medios.” Y se iniciaba ese rodeo global de pendejos para darles su terminado final como sus propiedades.  

Y, ante tal auditorio, Maquiavelo, previendo la avenida de la democracia, recomendaba al príncipe que aprendiera a mentir, a engaña, a traicionar, en lo que se convertiría en una gran universidad de pendejos. Se dio cuenta que esas masas de pendejos demandaban historias bonitas y, como la iglesia, ofertas de premios futuros que nunca llegarían. Allí se les enseñaba, no solo a nunca ofender al líder, sino admirarlo en una entrega vergonzosa sin darse cuenta solo estarían aportando al beneficio personal de ese admirado líder, esperando eternamente su paga. 

Se dio cuenta que en su mundo se premiaba a los mentirosos, traidores, ladrones y se castigaba a ciertos pendejos por creerse eran los buenos lo que permitía explotarlos. Y, lo más triste, el ser pendejo era un acto voluntario y de entrega para el engaño. De esa forma el pendejo se convertía en un activo más útil que los criminales también sirviendo a esa fuerza. Aconsejaba al líder ser astuto, no sabio ni justo, para identificar lo que pendejos programados demandaban y acomodarlo para su beneficio personal. Así vemos un mundo en manos de los Maduro, los Ortega, pendejos con iniciativa, ladrones descarados y la gente con migajas. 

Los pueblos ya domesticados no solo permiten, sino solicitan esos destructores, y se convierten en nidos para la formación de profesionales del criminen que ayudan a sus amos al saqueo de sus paises. Así nació su modelo, la Union Europea. Son los que han creado la Teología de Pendejos con la Biblia que les entregan. Y, sin darse cuenta, atrapados la euforia por los peores pendejos como Chavez, destruyen paises ricos y cuando se dan cuenta, es demasiado tarde y se inicia el vía crucis eterno que ahora viven. 

El peor enemigo para los que están en la cúspide del pendejismo que construyeron, es el que se da cuenta de la realidad y la grita ante todos, pero es el que se queda solo causado por la respuesta del poder porque su luz les provoca escalofríos. Y dependiendo de la intensidad de esa luz, primero lo tachan de ignorante, de su falsa realidad, lo etiquetan de amargado, conspiratorio, pero, esa pendejes humana es difícil de combatir y continua. Así, ese solitario guerrero tiene que pagar el precio de la factura que le envían y, al no aceptar pagarla, le llega un precio más alto como el que pagaría Kennedy y su mentor Forrestal. 

Es cuando ese guerrero solitario se da cuenta que, la herramienta más fatal del poder es ese gran resentimiento que ya ha sido instalado en el corazón de esa gente que consolida su ceguedad surgiendo la obediencia ciega, porque le han destruido su capacidad de usar la lógica y la razón. Y es cuando la obediencia se convierte en servidumbre. Pero, más grave, pueden surgir las mentes envenenadas de fanatismo como la religión del nazismo. En EU se ha sembrado y su germinación ha sido algo tan ridículo como el WOKE con el que se ha apresado a California para convertirlo en su altar de sus ilógicas perversiones. 

Así, los EU se encuentra con los pendejos que son ya la mitad de la población, y la esperanza residen en la mitad no infectada. Hay que rogar por ellos.