Ricardo Valenzuela
Los
oligarcas globales ya con EU establecido como nación independiente, con
impresionante visión del futuro del nuevo pais, que, aunque su estructura
republicana de libertad y gobierno acotado era algo que combatirían siempre,
tenían claro impulsaría esta nueva nación a la grandeza y querían participar en
esa fiesta, pero, muy a su estilo. Eran los hijos de Mayer Rothschild y sus
socios en muchas aventuras financieras ya por toda Europa con oficinas en Hamburgo,
Londres, Paris, Milán. En sus conciencias resonaba la frase de Mayer: “denme el
control de la emisión de moneda de un pais, y no me importa quien haga las
leyes.”
De inmediato iniciaban sus esfuerzos para revivir su Bank of the United States que habían establecido en 1791, pero, al finalizar el término del periodo original de cinco años, no se les habia renovado. Les otorgarían la segunda licencia en 1816, pero al vencimiento, el presidente Jackson, su gran opositor, no se las renovaría lo que le valdría un intento de asesinato. Sin embargo, ya tenían un buen aliado en la figura de Hamilton que, al representarlos, constantemente se enfrentaba a Jefferson, ese adalid del pensamiento libertario que le dio vida a EU.
Aparentemente el EP, para la mayoría de los americanos surgía con la presidencia de Obama. Pero hay un largo historial que nos indica algo diferente pues, el EP, habia sido inspirado por el famoso Illuminati. Una orden que había nacido en 1776 en Bavaria producto de la mente de un ex judío, después formado como sacerdote jesuita, y profesor de la Universidad de Bavaria, Adam Weishauput. Quien lo disfrazaba como un benevolente esfuerzo para la creación de un mundo mejor. Un personaje verdaderamente diabólico que había emergido de la dicotomía gnóstica entre la luz y la oscuridad. Y era la clase de hombre que buscaba la oligarquia alemana y recibiría todo el apoyo de los Rothschild.Es un hecho que el EP había penetrado EU con su bandera Illuminati. Por eso es importante conocer este movimiento que, entre sus primeros logros, fue explotar la revolucion francesa. En EU, a su inicio como país, actuarían en las sombras y, con esa diabólica habilidad, Weishauput pudo establecer una relación con Jefferson que duraría poco tiempo, pero, a través de sus dos agentes infiltrados, Hamilton y el Gral francés Marques De Lafayette, daban los primeros pasos ya con clara ayuda de los DuPont amigos del Marques. Y, como en la revolucion francesa, su objetivo era destruir el país desde su interior.
Pero, su plan, como se habia establecido en el Concilio de Verona en 1822, además de la destrucción de la república española, su constitución de Cádiz, y el regreso de Fernando II como rey, era también la destrucción de la república de EU con su liberalismo dirigente. Pero, con un concepto libertario tan profundamente establecido en su sociedad, debería ser un proceso mucho más lento. Esa ruta, que su primer gran triunfo sería en 1913, al finalmente establecer su banco central en la figura de la Reserva Federal acompañada por el ilegal impuesto sobre la renta.
Sin embargo, aun con la constancia de que NOM en los EU estaba siendo cocinado descaradamente desde 1981, no sería hasta la guerra del Golfo en 1991, con la participación de 39 naciones, lo que aceleraría el proceso ahora ya identificado como bandera de la ONU. Pero, además, sería un ensayo de la primera fase de una realidad en puerta para comprobar la eficiencia de uno de sus objetivos, la integración de un ejército mundial bajo la batuta de EU en manos de la oligarquia global, que después se implementaría en todas las áreas de su abusiva política de sumisión global.
Pero en realidad fue la primera fase de una prueba ocultando su gran ambición fijada en aquel Congreso de Verona, que ya había iniciado su marcha final condenatoria del mundo. La segunda sería ejecutada en septiembre del 2001 con el ataque de las torres gemelas, el gran pretexto para seguir adelante. La tercera sería en marzo y mayo del 2003, con la invasión y desestabilización de Irak y todo el medio oriente. La cuarta fase sería la elección de Barak Obama como presidente de EU con su guadaña muy bien afilada por Soros.
Cuando el presidente Eisenhower dirigiera su mensaje final a la nación en 1963, fue la primera referencia de lo que sería el Complexo Militar Industrial. Los expertos, historiadores y hasta filósofos sorprendidos argumentaban el significado de tal mensaje, pero en su ceguera no lo entendieron. Pero era un simple mensaje para quien lo siguiera en la presidencia, JFK, señalando la gran amenaza del EP globalizado y el comunismo que, en aquella era, ya involucraba una directa infiltración y corrupción de sus enviados en todas las agencias de inteligencia.
Eventualmente, ejecutado por Obama, el NOM lograba sus objetivos consolidando el Estado Profundo que lo habían encaminado Clinton, los dos Bush, Biden, todos miembros de la Cincinnati Society, dependencia del EP, para dejar la mesa lista para el marxista Obama, todos siguiendo las órdenes de los globalistas.
Así, a finales del pasado año 2024, con unos EU a la orilla del abismo que le habían preparado durante doscientos años, surgía de nuevo el único presidente nunca doblegado por las mismas fuerzas que asesinaran a Kennedy y a Patton. Un presidente odiado por los verdaderos enemigos del país, pero expirando patriotismo con un deseo indestructible de rescatarlo. No para ganar en un concurso de simpatía, no, solo un sublime deseo de hacer lo correcto, con respeto por su constitución y sus leyes y, sobre todo, lluchando sin miedo contra un enemigo como el EP con 250 años de trayectoria criminal. Y tratarían de asesinarlo.
Ese cuasimodo que se introdujo de contrabando y engañando en este país, de la mano de invasores extranjeros con vil malicia, mala voluntad y odio enfermizo hacia este gran país, su cultura, sus tradiciones y sus sueños. Pero, cuidado, ese EP no es solo Obama y sus patrocinadores que él si puede eliminar. Pero si Trump logra destruir ese EP, al final debe guardar el tablero de ajedrez porque está en inferioridad numérica y eventualmente podría perder, aunque es increíblemente bueno en este juego, no obstante, sigue siendo una apuesta, pero el futuro del país está en juego, y la libertad que busca no tiene precio. La única solución para destruir ese cuasimodo, es sacarlo desde su raíz y secarlo, ya no ser parte de su juego y, finalmente, cortarle la cabeza de esa serpiente venenosa. No hay más soluciones.
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