¿FINALMENTE EL APOCALIPSIS DE MEXICO?

Ricardo Valenzuela

 

Creo que en esta ocasión puedo usar la dolorosa frase de Roosevelt después del ataque japones a Pearl Harbor en 1941. El día de ayer para México fue un día de una gran infamia, en el estado de Michoacán un hombre de bien, Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, fue cobardemente asesinado enfrente de una multitud cuando, con su pequeño hijo en sus brazos, recibió una serie de disparos que le cegaran la vida. ¿su pecado? Expresar el narco se habia adueñado de su estado. 

Y es cuando debemos preguntar ¿Ese es el gran desarrollo del pais que afirma el peje y en donde tantos fingen demencia? Un pais en donde su gente ve la paja en el ojo de EU con Trump, pero ignora el leño en el ojo de su pais acosado. Porque, como afirmaba Jesus, “el que tenga ojos para ver que vea, y el que tenga oídos que oiga,” una expresión con la que afirmaba la verdad estaba a la vista, que la evidencia estaba presente, pero solo para quien tuviera la capacidad y el valor de entenderla y hacer algo. Porque cuando la energía social se dirige hacia el silencio es cobardía.

¿Cómo es posible que se haya permitido? ¿Por qué el pais ha llegado a esta vergonzosa encrucijada mostrando que su agonía es ya incontrolable? Es cuando debemos hacer una pregunta similar a la que hiciera Reagan a la gente de EU ante la fallada presidencia de Carter, solo cambiando los actores. ¿Está Mexico mejor que cuando finalizara la administración del PRI? Creo que, si lo hacemos con honestidad y con evidencias requeridas, emergería una respuesta verdaderamente horrorosa. Mexico, como me lo presagiara Felix Gallardo en 1980, es ya propiedad del narco. 

Pero, no solo le podríamos colgar esa etiqueta, porque es ya un pais con un gobierno que hace palidecer al de un criminal como Maduro en Venezuela, el de Petro en Colombia, el de Ortega en Nicaragua, en una sociedad que ha convertido todo el continente en la residencia de un infierno criminal operando en esa vergonzosa impunidad a la que Mexico se ha sumado. Un infierno que ya muestra todas las señales presagiando un futuro, que definitivamente, es el corolario de su destrucción. Porque, en la política, como nos muestra la historia, también existen esos caminos sin salida para los paises. 

Esos caminos de los paises que ya han agotado todas sus destructoras acciones que, por motivos inentendibles, los han mantenido en la escalera del cadalso presagiando muerte. Y, les tengo noticias, los paises no son inmortales y, cuando son abusados, como el caso nuestro, también llegan a morir mostrando el final de sus vía crucis. Y lo más triste, fallecen después de haber transitado por diferentes etapas que se repiten en todos como mediocridad, inmoralidad sin consecuencias, la eliminación total de la ética, justicia, la razón y la destrucción de la ley. 

Y, lo más aterrador es que vemos un proceso que se ha seguido por todo el mundo y ha provocado la caída de imperios como el romano, el español que llegara a una grandeza en los siglos cuando controlaba este continente, el británico que llegó a controlar el mundo entero. El ateniense que fuera el signo de su grandeza al inicio del primer milenio, el egipcio cuando perdiera toda su moralidad y sucumbiera frente a Roma. Porque nunca hemos aprendido de la sabiduria de la historia que en todos esos trayectos ha dejado pistas. 

Pero, la gran diferencia era el que todos esos imperios habían tenido sus dias de gloria acumulando riquezas impresionantes que, aun ante sus derrumbes, les permitiría salvarse de su destrucción total para aceptar su mediocridad. En Mexico y toda America Latina nunca hubo esos dias de gloria y, ante su destructiva insistencia, nunca se ha creado esa riqueza por lo que han sido victimas de esos nuevos bárbaros que, ante tan apetitosos bocados, han financiado nuestra mediocridad eterna. Y sus principales víctimas las podemos claramente ver en la Union europea. 

Pero, nosotros sin riqueza acumulada para resistir, fue cuando se nos presentara una confusa encrucijada de dos caminos. Uno era el difícil, el doloroso, el del sufrimiento para cambiar y, en tiempo razonable, trascender ya con la base de lo que requiere ese sacrificio de los héroes, libertad. El otro era el más fácil, el de ausencia de dolor, de la entrega total, el de tantos rescates a la mano, el de la cura de la horrible cruda siempre disponible, de la irresponsabilidad y, como decía mi abuelo, “que arreen los que vengan atrás.” En lugar de la receta dolorosa, pero la real, escogimos la segunda sin considerar que habría factura que pagar. 

Y, cuando el agua nos llegara al cuello y con nuestras empresas estatales en quiebra, no importaba, nos coqueteaba el narcotráfico complementado con el tráfico humano ya más productivo que las drogas, en Mexico el huachicol, el fentanilo con los chinos que también genera más que las drogas. Además, podíamos tener siempre muy cerca la ayuda de los criminales de las oficinas elegantes en Wall Street, the London Corporation, la del Vaticano Corporation, y navegamos por esa vía. 

No importaba, así nos lo habia notificado George Soros, el gobierno de Obama y luego su monigote Biden habían ya estacionado a EU en el portafolio de la Crown Corporation, era solamente seguir sus instrucciones. Los dos trillones del mercado de las drogas ya era una necesidad de Wall Street. Era también la fuente para remendar el presupuesto de EU, para cubrir sus trillonarios déficits de su balanza comercial, solo los pendejos remarían contra la corriente, ya habíamos atestiguado como se deshacían del orate Trump. Pero ¿habrá esperanza? 

No haríamos caso de aquel poeta loco que nos advirtiera el regreso de Trump y los cambios.

Quisiste cortar las frutas inmaduras

Tu paraíso será de dolor y amarguras

Espejismo de gran riqueza y felicidad

No habrá paz y tampoco tranquilidad

Ahora tendrás solo prisas y conjeturas

 

Yo nunca acepté unirme a esas locuras

Pues llegarían esos temores y premuras

Y tantos pecados no se podrán negociar

Tampoco habrá lo que se podría ocultar

Pues supe llegarían a las rutas inseguras

 

Ya no cortaremos tantas frutas maduras

Y serán las más amargas de esas huertas

Nuestras oficinas estarán ya tan desiertas

Será ese triste final de nuestras aventuras

El final más corto si es que tú te apresuras