TRUMP SEGUIRA SIENDO PROTAGONISTA DE MIS NOTAS

 RICARDO VALENZUELA 

 En mi nota anterior con toda claridad afirmaba que, desde la muerte de Kennedy, el único presidente que se ha enfrentado la gran amenaza mundial de la oligarquia global ha sido Donald Trump. Y he partido de esa fecha por una simple razón, porque Kennedy fue el primero en el inicio de una era en que ya surgían enfrentamientos que le costaran la vida a su padrino político, James Forrestal, cuando, siendo un hombre de gran integridad, amenazaba con dar a conocer lo que ya sucedía. Pero, antes de su muerte, no solo enteraría a Kennedy, le advertía del peligro. 

“Enfrentamos en el mundo una poderosa conspiración monolítica sin límites que basa sus operaciones secretas para expandir su influencia—con infiltración en lugar de invasiones, con subversiones en lugar de elecciones, con intimidación en lugar de libertad para elegir, con guerrillas operando en la oscuridad en lugar de ejércitos combatiendo de día. Un sistema que ha acumulado vastos recursos materiales y humanos para construir una maquinaria altamente eficiente que combina operaciones militares, diplomáticas, de inteligencia, económicas, científicas y políticas. Sus preparativos se ocultan, nunca son publicados. Sus errores son enterrados, no publicados. Sus disidentes son silenciados, no elogiados. Ningún gasto es cuestionado, ningún rumor es impreso, ningún secreto es revelado.”

 Estas fueron las palabras de John Kennedy poco antes de su asesinato. Kennedy llegaba a la presidencia heredando un cuadro que no sólo lucía desalentador, sino una serie de crisis imposibles de resolver para cualquier presidente mortal. Sin embargo, muchos de estos problemas se habían gestado en años anteriores, pero eran ya realidades donde sus ingredientes se listaban desde la segunda guerra mundial, Vietnam, Cuba, la guerra fría, el comunismo avanzando, la amenaza de influencias externas en la Reserva Federal, la de sociedades secretas dentro de agencias gubernamentales de EU, no habría salida. 

Solo la esperanza del gran patriotismo y rebelión de un linaje y tradición de la que Kennedy descendía. Como presidentes anteriores los habían ignorado estos problemas crecían, tal vez esperando alguien con el suficiente valor enfrentara al debutante Estado Profundo y resolverlos. Muy pocos sabían que Kennedy estaba relacionado con una de las trece familias Illuminati puesto que su padre era miembro tercer grado Illuminati, parte del liderazgo de Pilgrim Society con los Rockefeller, JP Morgan, los Vanderbilt de Skull and Bones, The Knights Templar y los socios de la Reserva Federal. El gran problema de su hijo 

La penetración era grande. El presidente Roosevelt, era Mason grado 33, y un importante miembro del Illuminati. Alguien con cercana amistad con Joe Kennedy, a veces consejero, y había sido embajador en Britania antes y después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se etiquetara simpatizante nazi. Sin embargo, mantendría su estatus entre la Monarquía de Gran Bretaña, una casa real con mucha sangre alemana, y conexión con sociedades secretas mundiales, además, con una reputación de ser un hombre de pocos escrúpulos. 

Kennedy, al estilo de Trump, iniciaría acciones temerarias en contra de los planes del Estado Profundo. Una fuerza surgida del famoso grupo Majestic 12 autorizado por Truman, con un solo objetivo, investigar los problemas de supuestas apariciones de naves alienígenas en todo EU. Al terminar la investigación, Truman ordenó se disolviera y les canceló el presupuesto. Pero sus miembros identificaban la gran oportunidad de ganar dinero. A ellos se les achacaría el asesinato de Forrestal, ex secretario de Defensa y ex miembro del grupo. 

Para, conseguir los recursos y seguir adelante, formaran una sociedad con el muy joven, George HW Bush, quien era propietario de las novedosas plataformas petroleras en el golfo de Mexico. Así debutarían en el negocio del narcotráfico recibiendo la cocaína de Colombia en las plataformas de Bush en el golfo, para luego ser transportada en sus barcos petroleros e introducirla a EU. Eso les daría suficiente capital para expandir y diversificar sus actividades. El siguiente gran paso lo darían cuando Bush fue nombrado director de la CIA. Eran los primeros pasos del Estado Profundo al que en estos momentos combate Trump. 

El viejo propósito Illuminati de la destrucción de EU desde su interior, provocaba la unión de fuerzas de los diferentes participantes con ese mismo propósito. Las elites ya habían decidido el socialismo seria su plataforma porque se trata de solo una cosa, control total. Y las sociedades libres siempre han sido prácticamente imposible de controlar. Ellos quieren control de recursos naturales, negocios, bancos, transporte etcétera especialmente control de los gobiernos del mundo. Y para conseguirlo fomentan guerras, crisis financieras, pandemias, odios, asesinatos.    

Ellos quieren un monopolio para eliminar toda competencia y destruir totalmente el sistema de empresa libre. Compran comunicadores paleros que griten esto no existe. No tienen escrúpulos y su poderosa arma es el temor. En EU desde hace mucho tiempo controlan los dos partidos políticos. Saben el capitalismo no puede ser controlado y solo el socialismo les daría lo que buscan, esclavizar a la humanidad. Por eso el congreso está invadido de esa plaga de socialistas destructores. Por eso en estos momentos caminan libres criminales como Obama, Clinton, Soros. 

Y cuando aparece alguien que represente una amenaza real para ellos, entran en pánico y acuden a los asesinatos con impunidad. Fue lo que les sucedió con Kennedy cuando estaba a punto de desmantelar la Reserva Federal y se rehusara a iniciar la guerra de Vietnam, lo asesinaron ante los ojos del mundo. Es el mismo pánico que les esta causando Trump y, el asesinato de Charlie Kirk fue un claro mensaje para él. Pero, lo que en estos momentos está en juego para esos criminales, no es solo la posibilidad que les detengan sus planes, que no puedan cumplir con el calendario para el golpe final, Agenda 2030. 

Lo que está en juego es su libertad, el que exhiban los horrendos crímenes que han cometido contra la humanidad. Y Trump los está enfrentando y seguirá siendo el protagonista de mis notas, pues soy libertario, pero no de esos descerebrados que viven de la crítica porque, según ellos, no escribe con los puntos y las comas libertarias, para luego, con sus estúpidas declaraciones siempre acusando porque no llena el significado de los dos renglones que se han aprendido citando, no a Jefferson, Locke, no, citando lo que escuchan en algún bar, pero sin credenciales de haber hecho algo más que gritar y luego publicarlos en sus redes.