Ricardo Valenzuela

EU ha iniciado el preludio de lo que deberá ser una realidad de la que muy pocos se han dado cuenta, pero, si profundizan su mirada, verán claro que se trata de un evento histórico. Pues mientras más avanza el proceso que ya inició Trump apuntando hacia su toma de protesta, más claramente empieza a emerger la clase de gobierno putrefacto que tanto ha abusado este país, que haría lucir a los de América Latina como monumentos de virtud, moralidad y ética.
El vergonzoso perdón que Biden ejecutó para su hijo, Hunter, es la pedrada que ha golpeado el panal, provocando pánico de ese bravo avispero porque, además de lo que significa, han visto que la actitud de Trump ya no es la misma. Ya no camina con cautela por el campo minado que le tendieran durante la primera administración, tampoco frenado para no perjudicar su reelección y, sobre todo, y hay que decirlo, con una determinación que sus temerosos enemigos califican de venganza, pero a mí me parece decisión firme y, finalmente, ante este caos detectado, actuar con gran severidad.