Ricardo Valenzuela
No cabe duda de que, desde que Trump invadiera el panorama político, algunos, no todos, hemos recibido una avalancha de lecciones que han sido tan fellinescas que, como las describiera el perro viejo del FBI, J Edgar Hoover, son tan aterradoras que, lo que esos miedos nos recetan, es simplemente ignorarlas para luego pasar a etiquetarlas de fabricaciones. Y, desgraciadamente ahora se convierten en la versión de aquel pastor gritando, aquí viene el lobo, pero ya nadie le haría caso.
Pero, el colmo del cinismo es el movimiento que se acaba de iniciar etiquetado No al Rey, donde multitudes financiadas por el gran enemigo del mundo, Soros, invaden las calles de las principales ciudades de EU, supuestamente molestos por las acciones de Trump. No por los millones de ilegales que Biden permitiera penetrar el pais, tampoco por los billonarios fraudes detectados en USAID, los billones perdidos en el departamento de Estado bajo control de Hillary Clinton, el oro robado a Gaddafi, los fraudes de Hunter Biden en sociedad con China, Rusia y Ucrania.