Ricardo Valenzuela
Algunos de
mis amigos extrañados me señalan el haber concentrado mis notas en la figura de
Trump, porque, según ellos, hay tantas situaciones alrededor del mundo y,
especialmente en nuestro país, Mexico, que requieren de urgentes señalamientos
ante lo que luce como una conflagración mundial de grandes proporciones. Pero,
al concentrarme en Trump, es porque veo claro que este hombre está iniciando
una cruzada, no solo para rescatar a EU, sino rescatar al mundo entero que, durante
muchos años, como se habia decidido, esas fuerzas oscuras han estado transformando
el país de forma radical que habia sido su gran obstáculo para adueñarse del
mundo.
Un proceso partiendo de la creación de sus fundadores de una nación básicamente impulsada por la grandeza de una potente sociedad civil, producto de ese elemento vital de libertad en el potaje nacional con el cual se designaba la importante tarea a su individualidad. Así se le entregaba la batuta y la bandera para desarrollar esa ruta hacia su destino manifiesto, lo que sus ancestrales enemigos han estado destruyendo mientras avanzaba hacia su destino manifiesto. Es decir, para salvar al esclavo hay que eliminar al amo.