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ESTE NUEVO PERRO MUNDO (TERCERA)

 Ricardo Valenzuela  

Karl Popper, Falsifiability and Its Discontents La racionalidad, suponiendo la adopción de un patrón verdaderamente universal e impersonal, es de importancia capital, no solo en las épocas en las que fácilmente predomina, sino también y aun más, en aquellos tiempos menos felices en que se desprecia y se rechaza como el vano sueño de los hombres que careciendo de la virilidad necesaria y matan donde no pueden ponerse de acuerdo.  

                       Bertrand Russell 

Durante siglos se ha difundido la creencia de que toda actividad científica o filosófica, como la comprensión de la vida social, debería basarse en la contemplación e interpretación de la historia. Siendo que el hombre acepta sin condiciones ulteriores su modo de vida, la importancia de sus experiencias y pequeñas luchas cotidianas es lo que el investigador o filósofo social debe examinar como el panorama, pero desde un plano más elevado. Así, puede ver al individuo como un pequeño peón sobre el tablero general del desarrollo humano. Y ver claro que los actores más importantes de la historia son grandes naciones, grandes lideres, grandes ideas. De esa forma comprender el significado de esta comedia en el escenario histórico y poder entenderlo. 

Es una muy corta descripción de la actitud que llamamos historicismo. Un conjunto de ideas vinculadas que se han convertido en parte de nuestra atmosfera espiritual, que desgraciadamente las damos por sentadas sin ponerlas a juicio para así calificar resultados racionales.

YA DEBEMOS SABER QUIÉN CAPÓ AL APACHE

 Ricardo Valenzuela

 

Mis nuevos asesores Spinoza, Nietzsche, Schopenhauer y hasta el más calificado, Einstein, me aconsejan casi en coro algo muy importante; si quieres construir un futuro sin los problemas del pasado, regresa a ese pasado para analizarlo con profundidad. Y es cuando invitaría al nuevo miembro, Sócrates, para utilizar su método de llegar a las soluciones a base de preguntas profundas, constantes y, sobre todo, con una mente abierta que no se niegue ante las realidades que suelen ser difíciles de aceptar, para lo cual también se requiere agregar otro elemento, la humildad acompañada de su gran frase, “yo solo sé que no sé nada.” O tal vez la de los vaqueros sonorenses: “No saben ni quien capó al apache.”

Y siguiendo sus consejos me sumergí en lo que considero una de las partes más importantes del pasado. En 1933 Roosevelt se convertía en el primer presidente democrático socialista de EU, el mismo año que, curiosamente, en Alemania surgía la fuerza del nazismo que haría cimbrar al mundo. Y al llevar a cabo un nuevo análisis de estos eventos y las irreversibles acciones de las políticas socialistas de FDR, con sorpresa veo la verdadera historia de este proceso que siempre se ha barrido bajo la alfombra. La gran mentira de cómo FDR se convertía en el héroe que ayudó a derrotar el nazismo.