QUE REPRESENTA EL TRUMPISMO Y TRUMP II

 Ricardo Valenzuela

 

Hemos tratado de identificar el Trumpismo primero enlistando todo lo que no es. Ahora, antes de listar lo que verdaderamente es, debemos de conocer quien es Donald Trump. Un hombre que toda su vida ha provocado tempestades por diferentes motivos, sin embargo, creo que los motivos de la que provoca en estos momentos, son su valor y amor por su país al haber asumido una tarea que nadie se habia atrevido. Yo he logrado entender a ese hombre porque tuve la oportunidad de conocerlo hace muchos años sin las etiquetas que le fabricaran, que siempre han sido totalmente alejadas de la realidad y puedo asegurar son motivos reales. 

Sin embargo, cuando alguien llama positivamente mi atención, trato de buscar algún personaje histórico que me parezca semejante. Con este ejercicio, mi entendimiento se profundizó cuando me dí a comparar a Trump con uno de los filósofos más odiados de la historia, Baruch Espinoza. Un hombre que se dio cuenta cómo Europa estaba atrapada en la telaraña de la religión que, para él, era una organización que, durante siglos, se habia dedicado a establecer poderosos controles de la gente y capitalizar su monopolio mental.

 Los asertivos mensajes de Espinoza, además de un odio general, le valdrían la excomunión de cristianos y judíos al sentir sus edificios estaban amenazados. Era el inicio del renacimiento que abría puertas diferentes al fanatismo que había controlado al mundo. Desde el famoso Cónclave de Licea durante el siglo IV, se habían establecido las herramientas de supresión y control de la gente que ahora era amenazada por las ideas de un apóstata. Un control que se había establecido a base de la culpa, el miedo y, sobre todo, saboteando cualquier proceso para que la gente pudiera pensar en libertad. Ese control total había provocado la descomposición de la iglesia en el fatal papado de los Borgia. 

Espinoza habia sido silenciado con un gran ostracismo continental ante sus ideas que tanto amenazaran al establishment que ya se formaba. Pero, sus ideas seguían vivas y surgirían de nuevo en figuras como Nietzsche, Leibnitz, Descartes y hasta el gran Albert Einstein. Era también una clara resurrección de Sócrates y se le consideraría como el fundador moderno de la filosofía política liberal.    

En EU, un país que había evitado caer en esa telaraña de control, desde su nacimiento como nación se había iniciado ese proceso de programación con el objetivo de nublar la vista de la gente. El proceso avanzaría lentamente durante los siguientes cien años, que finalmente redituaría en la horrorosa situación que vive en estos momentos. Espinoza, al afirmar que dios se podría encontrar solamente a base de la razón y la lógica, establecía el blanco para la fuerza que ya heredara el poder total de la iglesia. Pero, como se había decidido desde su inicio, en los EU sería lento ante una sociedad que se distinguía como amante de la libertad. 

Pero, al inicio del siglo 20, se decidió que a ese proceso se le debía dar un poco mas de velocidad. Y, el primer gran golpe de su nueva avanzada sería el Fondo de la Reserva Federal. Sin embargo, al final de la segunda guerra mundial, se arreciaría la velocidad del proceso con el establecimiento de las nuevas herramientas opresoras que nacerían con los acuerdos de Bretton Woods. Y la cereza del pastel, surgía con su promovida Gran Depresión, bien aprovechada por FD Roosevelt con su sueño socialista para EU con el objetivo de su fracaso. 

Desfilarían en la presidencia supuestos líderes con grandes credenciales, pero, credenciales ya al servicio del naciente globalismo opresor, y asentados en el poder procedían con lo ordenado. Y, aun ante las advertencias de Eisenhower en su despedida, quienes se atrevieran a retarlos sufrirían la suerte del Gral Patton, el padrino de Kennedy, James Forrester, y el mismo Kennedy como el gran aviso. 

Spinoza había abierto el pensamiento del gran Leibniz. Para entonces ya había escrito sus dos obras principales, Tratado Teológico Político en el que afirmaba que el verdadero objetivo del gobierno debería ser establecer la libertad, especialmente la libertad de pensamiento. Y en La Ética, demostraba que siguiendo el orden geométrico se podía llegar a la conclusión de que Dios y la Naturaleza poseen la misma sustancia, un pensamiento panteísta en pleno siglo XVII. Invitaba a buscar a Dios a través de la razón y de la lógica no por mandato so pena del gran castigo. Hablaba de la potencia del pensamiento y la ética del entendimiento. 

Ante tal peligro nacía un frente común contra Espinoza de la sociedad de dos elementos diabólicos, los gobiernos y oligarcas, con intensos coqueteos con el Vaticano, apretando las cadenas de las prisiones que establecieran. Sus ideas eran tan poderosas que influyeron los pensamientos en las grandes ideologías de Freud y Einstein. Afirmaba la ética nos conduce a la política porque somos seres sociales. Pero no hay que ser esclavo ni siervo de la sociedad o del gobierno. Hay que ser ciudadano con derechos políticos. Sus ideas eran clara invitación a una rebelión para lograr la liberación del hombre. 

Para Spinoza, Dios no era un ser que reside en un reino emitiendo juicios desde un trono celestial. En su visión, Dios y la naturaleza son uno solo: una sustancia infinita que se despliega en un sinfín de formas, lo que él llamó "Deus sive Natura." Esta concepción elimina la dualidad entre lo divino y lo mundano, entre el gran creador y lo creado, entre mente y cuerpo. De alguna manera Spinoza desafió las ideas cartesianas del “Pienso luego existo”, para acabar con todo dualismo: pensar y existir son parte de este absoluto. Bertrand Russell, reconoció que la filosofía de Spinoza era una de las más grandiosas concepciones éticas de la historia. 

Los EU abandonados ya en manos de sus peores enemigos y heridos casi de muerte, solamente un rebelde terco y agresivo, pero, propietario de la verdad, la ética y la razón, como lo fue Espinoza, además, con un gran amor por su país, se atrevería a esa tarea de su rescate avanzando, también como Espinoza, sin dudas ni titubeos, muy consciente de que al poner en jaque a un mundo tecnológico y ortodoxo a menudo desgarra las finas telas del confort y la tradición. Este currículo tan exigente, en mi opinión, es algo que claramente describe a Trump.