Ricardo Valenzuela
Ayer tuve un día realmente agradable provocado por una larga conversación que tuve con mi sobrino, Pancho Burquez Valenzuela, en la cual largamente hablamos de todo lo que está llevando a cabo el presidente de EU, Donald Trump, que, como siempre ha sucedido, la mayoría de la gente no ha podido o no quiere entender. Pero, Pancho la entiende muy bien, la conoce con profundidad y, con su gran sentido común, tan escaso en todo el mundo, admira la justa del presidente cuando le agrega detalles que quería discutir conmigo.
El conoce bien mi historia que, desde aquella aparición de Trump en la escalera del lobby en su edificio de Manhattan para anunciar su intención de ser presidente, primero me sorprendió, después me invadiría el pensamiento que me decía era un soñador. Porque él nunca habia participado en política. Ello le haría simplemente imposible invadir esa selva impenetrable residencia de las fieras mas asesinas de la naturaleza. Para él, pensaba yo, sería imposible conseguir la nominación republicana entre especies caníbales como los Bush y toda una serie de vividores del estado.