Ricardo Valenzuela
Cuando en aquella
ocasión me reunía con Roberto Encinas Valenzuela, mi sobrino, siendo unos años
mayor que el tío, se me despertara una inquietud para resolver dudas acerca de
la formación religiosa de mi padre, investigación que abandonada, pero, con la
palabra encontrada en uno de sus escritos se revivía. Sin embargo, en el
proceso de nuevo activado me he enfrentado con una avalancha de información que
me hace recordar aquella frase; “cuidado con lo que deseas porque lo puedes
conseguir.”
Mis lecturas me llevarían hasta el viaje de Maria Magdalena hacia el sur de Francia y, la gran sorpresa, viajaba con dos de sus hijos y embrazada con el tercero. Pero, aun más sorprendente, fue que evidencias claras la identifican como la esposa de Jesus y esos niños eran hijos de la pareja. Y continuarían las sorpresas al entender que ella huía de la persecución de la iglesia que estaba naciendo en el Conclave de Nicea. Porque ella era el símbolo más importante de los vencidos en ese evento. Y eso la ubicaba como un peligro para esa nueva iglesia similar al que le costara la cruz a Jesus.